¿Busca un destino turístico que le permita desconectar del estrés diario y sumergirse en la autenticidad de un pueblo burgalés? ¡Ha llegado al lugar adecuado! Orbaneja del Castillo, un pueblo ubicado en el corazón de la provincia de Burgos, se erige como el destino perfecto para aquellos que buscan disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable. Con su arquitectura medieval y su entorno natural impresionante, este pueblo auténtico ofrece una gran variedad de opciones culinarias que harán que su paladar viaje por los sabores y aromas más típicos de la región. Prepárese para disfrutar de una experiencia culinaria única en un entorno idílico.
Aranda de Duero celebra las Jornadas del Lechazo
La localidad de Aranda de Duero, capital de la Ribera del Duero, es conocida por su buen ambiente y su rica tradición. En el mes de junio, la ciudad celebra las Jornadas del Lechazo, una tradición que ya cumple 23 ediciones.
Durante todo el mes de junio, ocho asadores especializados con horno de leña ofrecen un menú muy especial a un precio cerrado de 55 euros. El ingrediente estrella de este menú es el fabuloso cordero lechal de la tierra, acompañado de otros ingredientes locales y excelentes vinos con DO Ribera del Duero.
La ciudad y su subsuelo
Aranda de Duero lleva siglos unida al mundo del vino, lo que ha marcado la estructura de la ciudad y de su subsuelo. Bajo la localidad hay unos siete kilómetros de galerías excavadas entre los siglos XII y XVIII, donde se almacenó el vino durante años. Hoy en día, es posible visitar algunas de aquellas bodegas, como la de Las Ánimas y la de Don Carlos, que son buenos ejemplos de lo que fueron aquellas bodegas medievales.
Además, los sábados se ofrecen visitas teatralizadas que terminan con una buena degustación de vinos. Un plan muy original, divertido y perfecto para apuntarse con amigos es el que ofrece Ribiértete (ribiertete.com). Un “scaperoom” en el que hay que buscar pistas, encontrar claves y descifrar códigos, pero también beber y comer para dar con la solución.
La ciudad y su casco histórico
Otro de los puntos positivos de Aranda de Duero es que tiene rincones muy interesantes por los que perderse tras darse un buen homenaje gastronómico. Su casco histórico, muy cuidado, está repleto de destacado patrimonio. Cualquier ruta comienza en la Plaza Mayor, el corazón de la localidad. Entre sus característicos soportales se celebraba el tradicional mercado, un espacio que hoy está ocupado por animadas terrazas.
La plaza del Trigo acogerá el festival Sonorama-Ribera, uno de los más esperados por los enamorados de la música “indie”. No hay que olvidar pasear mirando el suelo, ya que aquí está una reproducción de un antiguo plano de Aranda, el primer plano urbano en perspectiva realizado en España.
La iglesia de Santa María la Real
La iglesia de Santa María la Real es uno de los lugares más destacados de Aranda, un majestuoso templo gótico del siglo XV en el que destaca la espléndida portada-retablo de su fachada principal. De estilo gótico-isabelino y dedicada a la Virgen María, su decoración te obligará a quedarte mirando hacia arriba un buen rato. Eso sí, no te olvides de entrar y admirar por igual su interior.
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