La pasión del fútbol trasciende las fronteras: también las viejas fortunas tienen un lugar en el estadio

La pasión del fútbol trasciende las fronteras: también las viejas fortunas tienen un lugar en el estadio

El fútbol es un lenguaje universal que trasciende barreras culturales y geográficas, uniendo a personas de todas las edades y condiciones sociales en torno a una misma pasión. Sin embargo, en un deporte que se cree que es dominio de los jóvenes y los fuertes, se encuentra un grupo que puede sorprender: las viejas fortunas. Lejos de ser un obstáculo, la edad y la experiencia se convierten en una ventaja para estos apasionados del fútbol, que siguen alimentando su amor por el deporte y ocupando un lugar destacado en los estadios. En este sentido, la pasión por el fútbol se muestra como un elemento que une y trasciende las fronteras, demostrando que el amor por el deporte no tiene edad ni límites.

La nueva inversión: la familia Arnault se apunta al fútbol francés

La familia Arnault, propietaria del conglomerado francés LVMH, ha decidido apostar por el fútbol y se ha hecho con el 55% del Paris FC, un equipo de la segunda división francesa. Esta operación permitirá a la sociedad Agache, controlada por la familia, asociarse con Red Bull, que se hará con otro 15% del equipo.

El lujo en el estadio: LVMH y otros empresarios apostan por el fútbol

La familia Arnault no es la única que ha decidido invertir en el fútbol. Otros nombres ilustres del lujo francés, como François Pinault, propietario de Kering, también han apostado por el deporte rey. Además, oligarcas rusos, jeques árabes y self-made-men del negocio digital o el entretenimiento también han invertido en clubes de fútbol.

La pasión del fútbol: Bernard Arnault y su familia se unen al club Paris FC

Antoine Arnault, director de comunicación e imagen de LVMH y gran aficionado al fútbol, y su hermano Frédéric, consejero delegado de LVMH Watches y director general de Agache, orquestaron la operación. La familia Arnault espera que el Paris FC pueda subir a la Ligue 1 y enfrentarse al PSG, propiedad de los petrodólares de Qatar Sports Investments.

El dinero viejo también juega: las fortunas de la Vieja Europa en el fútbol

La familia Arnault se suma a los múltiples apellidos de oro que en los últimos años han recalado en el deporte. Mansour bin Zayed, miembro de la familia real de los Emiratos Árabes Unidos, es el propietario de City Football Group, uno de los mayores conglomerados de equipos de fútbol. Otros empresarios, como Jim Ratcliffe, Dan Friedkin y John Textor, también han ido aumentando su presencia en el panorama futbolístico.

En España, la familia Roig controla el 98,79% de Villarreal CF, mientras que Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del planeta, es máximo accionista de Real Oviedo desde 2012.

El lujo, también en el patrocinio

La historia del negocio del lujo con el deporte viene de lejos y ha sido sobre todo en la relojería donde se ha materializado de forma más evidente. Rolex, Festina y Tissot son algunos de los nombres que han estado asociados con el deporte durante años.

LVMH, propietario de Louis Vuitton, Moet Chandon y Sephora, ha encadenado varias jugadas sin precedentes en varios deportes, incluyendo los Juegos Olímpicos, el fútbol y el motor. La marca Louis Vuitton ha apoyado la Copa América desde 1983 y ha sido title partner de la competición hasta 2017.

En los últimos meses, LVMH ha vuelto a apostar por el deporte, con un patrocinio que permitió que la antorcha olímpica llegara al puerto de Marsella en un suntuoso baúl de la marca. Louis Vuitton también se hizo cargo del visible estuche de las medallas olímpicas y otra marca del grupo, la firma de joyería Chaumet, creó las propias insignias que colgaron del cuello de los ganadores de cada competición.

El grupo francés también ha suscrito un acuerdo de patrocinio mundial con la Fórmula 1 por un período de diez años, lo que convierte a LVMH en uno de los principales patrocinadores del deporte.