La perra y el gato de una joven se convierten en 'dúo de la mímica': la perra se hace daño en la pata y el gato comienza a cojear, generando un curioso fenómeno de imitación entre ambos
En un sorprendente caso de comportamiento animal, una joven ha descubierto que su perra y su gato han desarrollado un inusual vínculo, que ha llevado a un fenómeno de imitación entre ambos. Tras una lesión en la pata de la perra, el gato ha comenzado a cojear, aunque no tiene ninguna lesión aparente. Esta extraña simulación ha generado un gran interés entre los expertos en comportamiento animal, que buscan entender las motivaciones detrás de este dúo de la mímica. A continuación, se revelan más detalles sobre este fascinante caso.
La perra y el gato de una joven se convierten en 'dúo de la mímica': ¡una imitación curiosa!
Tener una mascota es una gran responsabilidad y por ello sus dueños hacen todo lo posible para que sus animales se sientan cómodos. De este modo, cuando ven comportamientos sospechosos en los más peludos de la casa, pueden llegar a encenderse todas las alarmas. Aunque, a veces, esos sustos pueden acabar en risas.
Prueba de ello ha sido el divertido vídeo que ha compartido Ali a través de su cuenta de TikTok. La joven, que tiene un gato y una perra, ha enseñado cómo su minino es capaz de empatizar en todos los sentidos con su compañero.
En el vídeo, su perra se hace daño en la pata y cada vez que anda cojeaba. Por eso, al verla su gato no dudó en copiarle de una manera bastante cómica. Aunque, al no ser un daño real, en algunos momentos se le olvidaba su cojera.
No sé quién imita a quién, ha asegurado Ali, la autora de la publicación, entre risas. El vídeo, que cuenta ya con casi dos millones de visualizaciones, suma ya más de 322.000 'me gusta' y cientos de comentarios.
Entre los mensajes más destacados se encuentran: Los gatos son unos peliculeros, pero ninguno se atrevió a tanto, mi gata una vez se lastimó la pata (se cayó de la ventana) y cojeaba, pero luego de unos días se recuperó, pero seguía fingiendo, solo que se equivocaba de pata o el gato quiere cobrar el seguro de accidente.
Este divertido dúo de la mímica ha conquistado los corazones de todos los que lo han visto y ha demostrado que, a veces, los animales pueden ser mucho más cómicos de lo que pensamos.
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