La prevención y el retraso de la demencia: 14 factores de riesgo que pueden ser modificados para evitar la enfermedad

La prevención y el retraso de la demencia: 14 factores de riesgo que pueden ser modificados para evitar la enfermedad

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia en personas mayores, y su prevención y retraso son objetivos fundamentales en la lucha contra esta enfermedad. Investigaciones recientes han identificado 14 factores de riesgo que pueden ser modificados para reducir la probabilidad de desarrollar demencia. Estos factores, que van desde la hipertensión y la obesidad hasta la inactividad física y la depresión, pueden ser controlados o modificados a través de cambios en el estilo de vida y hábitos saludables. En este artículo, exploraremos estos 14 factores de riesgo y cómo pueden ser abordados para prevenir y retrasar la demencia, mejorando la calidad de vida de las personas y reduciendo el impacto de esta enfermedad en la sociedad.

Abre tus ojos: factores de riesgo modificables para prevenir la demencia

La prevención de la demencia es posible gracias a la identificación de 14 factores de riesgo modificables que pueden abordarse a lo largo de la vida. Según la tercera Comisión Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia, estos factores de riesgo pueden prevenir o retrasar casi la mitad de los casos de demencia.

Factores de riesgo modificables

Basado en la última evidencia disponible, el nuevo informe agrega dos nuevos factores de riesgo que están asociados con el 9% de todos los casos de demencia: la pérdida de visión no tratada en etapas posteriores de la vida y el colesterol malo (LDL) alto en la mediana edad, alrededor de los 40 años.

Estos nuevos factores de riesgo se suman a los 12 factores de riesgo identificados previamente por la Comisión Lancet en 2020, que están relacionados con el 40% de todos los casos de demencia:

• Niveles más bajos de educación
• Discapacidad auditiva
• Presión arterial alta
• Tabaquismo
• Obesidad
• Depresión
• Inactividad física
• Diabetes
• Consumo excesivo de alcohol
• Lesión cerebral traumática (LCT)
• Contaminación del aire
• Aislamiento social

Recomendaciones para reducir el riesgo de demencia

La Comisión describe 13 recomendaciones para reducir el riesgo de demencia a lo largo de la vida, entre ellas:

• Proporcionar educación de buena calidad a todos los niños
• Ser cognitivamente activo en la mediana edad
• Poner audífonos a disposición de todas las personas con pérdida auditiva
• Detectar y tratar el colesterol LDL alto en la mediana edad
• Hacer que la detección y el tratamiento de la discapacidad visual sean accesibles para todos
• Tratar la depresión de manera eficaz
• Usar cascos y protección para la cabeza en los deportes de contacto y en bicicleta
• Priorizar entornos comunitarios y viviendas de apoyo para aumentar el contacto social
• Reducir la exposición a la contaminación del aire mediante políticas estrictas de aire limpio
• Reducir el contenido de azúcar y sal en los alimentos que se venden en tiendas y restaurantes

Estas acciones son especialmente importantes dada la nueva evidencia que muestra que la reducción de los riesgos de demencia no solo aumenta los años de vida saludable, sino que también reduce el tiempo que las personas que desarrollan demencia pasan con mala salud.

La profesora Gill Livingston, autora principal del informe, destaca que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para tomar medidas, ya que existen oportunidades para generar un impacto en cualquier etapa de la vida.

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