La red española de recarga eléctrica atrae una avalancha de inversiones de operadores de toda Europa
En un contexto de creciente demanda de energía eléctrica sostenible, España se ha convertido en un destino atractivo para inversores europeos que buscan aprovechar el potencial de la red de recarga eléctrica en el país. La infraestructura de recarga eléctrica española, considerada una de las más avanzadas de Europa, ha generado un gran interés entre los operadores de energía eléctrica del continente. En los últimos meses, varios operadores europeos han anunciado importantes inversiones en la red española de recarga eléctrica, lo que supone un impulso significativo para el desarrollo de la movilidad eléctrica en España.
La red española de recarga eléctrica atrae una avalancha de inversiones de operadores de toda Europa
La industria del coche eléctrico se encuentra en una fase de crecimiento en España, mientras el mercado trata de despegar las ventas para cumplir los exigentes objetivos impuestos desde Bruselas y no quedarse atrás con la penetración de estos vehículos en las grandes economías del continente. En este punto, la necesidad de tejer una red sostenible de infraestructura de recarga para abastecer el crecimiento del parque ha atraído el interés de actores clave de la electromovilidad europea, que ven en España un escenario idóneo para desplegar sus cargadores.
37.876 puntos de recarga de acceso público se encuentran desplegados en todo el territorio español, según los últimos datos de la patronal de fabricantes Anfac, a cierre del tercer trimestre. El mapa está compuesto en su mayoría por gigantes nacionales como Iberdrola (más de 7.000 puntos activos), Endesa (cerca de 5.000 operativos) o Repsol (más de 1.500 puntos conectados), que copan en torno a un tercio de la red actual.
El resto del mercado se reparte entre un sinfín de fabricantes de vehículos y operadores, muchos de ellos especializados en la carga rápida y ultrarrápida. Precisamente el desarrollo de esta potencia es una de las tareas pendientes que viene reclamando la industria para fortalecer la red. No obstante, asociaciones como Aedive ponen en valor que aquellos puntos de 50 kW a 250 kW de potencia, son los que más están creciendo en los últimos meses, con una subida del 126% en el tercer trimestre, hasta los 3.527 cargadores ultrarrápidos.
Sin embargo, la competencia del mercado de la infraestructura de recarga no cesa. Operadores españoles como Wenea o Zunder, más que asentados en el territorio, buscan ahora expandir sus redes en el extranjero. En el caso de la primera, la firma que dirige Alberto Cantero y posee una red de 1.000 puntos en España reconoció a este medio su interés en crecer en Portugal para apuntalar una expansión que ya ha ejecutado en Reino Unido.
Por su parte, la startup palentina Zunder tantea irrumpir en Italia y Bélgica tras consolidarse entre los referentes de cargadores ultrarrápidos en España con más de 500 puntos. Con el empresario Daniel Pérez a los mandos, la compañía selló recientemente la concesión de un préstamo de 225 millones de euros con Banco Santander con la meta de desplegar 3.000 puntos de recarga por el sur de Europa.
Los nuevos actores aprietan la competencia. En la misma línea que las citadas, cada vez son más las compañías europeas que buscan repetir éxito en España. El último año ha sido escenario de una sucesión de irrupciones de nuevos operadores en el mercado, que ha derivado en una lluvia de inversiones sobre esta industria en auge.
A inicios de año era la holandesa Fastned, especializada en la creación y gestión de estaciones de carga ultrarrápida en carreteras, quien anunciaba su entrada en España en el marco de su plan para desplegar 1.000 electrolineras por todo el continente. Poco meses después era Driveco, pionera francesa en la recarga de vehículos eléctricos, quien seguía la estela de Fastned y formalizaba su incursión en el mercado español con la ambición de invertir más de 100 millones con el objetivo de ampliar su red, de 10.000 puntos en cartera, en 1.000 adicionales en suelo español durante los próximos cinco años.
La llegada de nuevos actores no cesa. La competencia del mercado de la infraestructura de recarga volvió a apretarse con la ansiada llegada de InstaVolt. El líder de la carga rápida en Reino Unido, que asegura contar ya con más de 250 puntos contratados o en construcción en el mercado ibérico, comienza sus operaciones este mes con la aspiración de desplegar 5.000 puntos de carga rápida y ultrarrápida en España y Portugal antes de 2030.
La compañía que dirige Delvin Lane desde el pasado abril se codea en el mercado británico con Tesla. Según los datos consultados en el portal especializado 'Zapmap', ambas firmas lideran las instalaciones de puntos de alta potencia en Reino Unido, con cerca de 1.700 puntos operativos cada una. Ahora, esta batalla podrá repetirse en el mercado español, donde la red del fabricante supera las 50 estaciones de supercargadores -con potencias que alcanzan los 250 kW- compuestas por más de 400 puntos de carga rápida distribuidos por todo el país.
Deja una respuesta