En un gesto que ha generado gran sorpresa y admiración entre la población de Teruel, la Reina Sofía decidió abandonar por un día su protocolo real y sumergirse en la vida cotidiana de la ciudad. La sorprendente escena se desarrolló en un restaurante del centro de la ciudad, donde la Reina se sentó entre el público y disfrutó de un delicioso plato de alcachofas confitadas, un manjar típico de la región. La reacción de la ciudadanía fue de asombro y entusiasmo al ver a la Reina disfrutar de un momento de relajación y disfrutar de la comida local. Esta acción ha generado un gran impacto en la opinión pública y ha generado un gran debate sobre la cercanía y humildad de la monarquía española.
La Reina Sofía sorprende a Teruel: se sienta entre la gente y disfruta de un delicioso almuerzo
La Reina Doña Sofía, presidenta ejecutiva de la Fundación que lleva su nombre, visitó la Asociación Banco de Alimentos de Teruel el lunes 20, con el objetivo de conocer su gestión. Es relativamente frecuente que la madre del rey protagonice este tipo de actos solidarios.
La sorpresa no fue la visita de la reina a tierras del Bajo Aragón, sino que casi sin aviso se presentó en un conocido y céntrico restaurante de la ciudad a comer con el equipo de personas que la acompañaba.
Doña Sofía almorzó en el restaurante 'El Mercao de Teruel', situado en la popular plaza de El Torico, lo más transitado de la ciudad por la fama de la estatua, símbolo de la misma. Antes de su llegada, los escoltas inspeccionaron el lugar, como se hace siempre que un miembro de la familia del Rey va a acudir a un lugar público.
En torno a la 1 de la tarde, la reina se presentó a comer, pero rechazó quedarse en un reservado, por lo que se sentó en una mesa entre el resto de los comensales, con toda naturalidad. Sofía de Grecia degustó algún plato típico del establecimiento, pero nada relacionado con los productos cárnicos, puesto que no los consume desde hace décadas.
Tomó alcachofas confitadas, pero en lugar de servírselas con jamón, el producto más conocido de la tierra, llevaban piñones. El personal del restaurante, que se fotografió con ella, ha definido a la reina como muy agradable, educada, normal y corriente. Asegura que el trato con los camareros fue excelente.
La emérita estuvo acompañada en su mesa por otros cuatro comensales. Como plato principal, eligió un carpaccio de atún. Para terminar, degustó el finger de trenza mudéjar con chocolate caliente, todo ello acompañado de agua mineral.
La Reina Sofía demostró ser una persona sencilla y acogedora, dispuesta a compartir un momento con la gente común y corriente. Su visita a Teruel será recordada como un gesto de solidaridad y cercanía con la sociedad.
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