- La respuesta a '¿Qué edad tienes?' puede tener un impacto significativo en la contratación de un trabajo o el tratamiento médico
- La respuesta a '¿Qué edad tienes?' puede determinar tu acceso a trabajo o tratamiento médico
- El edadismo en el entorno sanitario
- Expresiones discriminatorias
- Todos somos edadistas
- Herramientas para abordar el edadismo
La respuesta a '¿Qué edad tienes?' puede tener un impacto significativo en la contratación de un trabajo o el tratamiento médico
La edad es un aspecto personal que se considera privado en muchos países, sin embargo, la respuesta a esta pregunta puede tener un impacto significativo en la vida de las personas. De acuerdo a un estudio reciente, la revelación de la edad puede influir en la contratación de un trabajo, ya que la percepción de la edad puede condicionar la opinión de los empleadores sobre las habilidades y la experiencia de un candidato. Además, la edad también puede afectar el tratamiento médico que se recibe, ya que los profesionales de la salud pueden tener en cuenta la edad al momento de diagnosticar y tratar a los pacientes. En este sentido, es fundamental reflexionar sobre la importancia de proteger la privacidad de la edad y evitar la discriminación basada en este aspecto.
La respuesta a '¿Qué edad tienes?' puede determinar tu acceso a trabajo o tratamiento médico
Una pregunta aparentemente inocente puede tener consecuencias graves en nuestra vida laboral y médica. La edad, un factor decisivo en la contratación y el tratamiento, puede condicionar nuestro acceso a empleos y tratamientos médicos.
Según la experta internacional en edadismo y envejecimiento Vânia de la Fuente-Nuñez, los estereotipos edadistas nos perjudican en todas las etapas de la vida. Todos somos edadistas, pero algunos tienen más papeletas para serlo, afirma la autora.
El edadismo en el entorno sanitario
La edad también juega un papel fundamental en el entorno sanitario. De la Fuente-Nuñez explica que la edad puede influir en el diagnóstico y el tratamiento que recibimos, y que incluso puede ocurrir que se excluya a personas mayores de estudios de ensayos clínicos y medicamentos.
El libro quiere provocar una reflexión sobre el papel dominante que le hemos asignado a la edad en la sociedad, agrega la autora. La edad en sí no es el problema, sino el papel que le hemos asignado.
Expresiones discriminatorias
La autora destaca que existen muchas expresiones ligadas a la edad que son discriminatorias, como eres un viejuno o la juventud es el único defecto que se cura con la edad. Estas expresiones pueden condicionar nuestra forma de pensar y actuar.
Al irnos empapando de todos estos estereotipos por edad que existen en la sociedad, llega un momento en el que los interiorizamos y los acabamos aplicando a nosotros mismos, sostiene De la Fuente-Nuñez.
Todos somos edadistas
La experta cree que todos somos edadistas en algún momento de nuestra vida. Sabemos que los hombres y las personas que temen a la muerte y aquellas que tienen menor nivel educativo son más propensas a ser edadistas hacia las personas mayores, agrega.
De la Fuente-Nuñez destaca que muchas veces se piensa que una persona de 47 años no lo va a ser porque dentro de poco formará parte de la población mayor. Y lo que vemos es que estas personas en esta situación limítrofe son a veces más edadistas.
Herramientas para abordar el edadismo
El libro de De la Fuente-Nuñez incluye herramientas para abordar el edadismo, como el 'Caza mitos', que ayuda a detectar los bulos que enfrentan a distintos grupos de edad, y 'La despensa', que identifica y trabaja con las contradicciones entre nuestros valores y nuestros sesgos.
Otras herramientas incluyen 'Las agujas de hacer ganchillo', destinadas a tejer una red de relaciones sin límites de edad, y 'La gota de agua', que recuerda que una simple gota puede provocar profundos cambios sociales.
La discriminación es nuestra forma de actuar, pero también es importante que consideramos nuestra forma de pensar que son los estereotipos y lo que sentimos que son los prejuicios, concluye la autora.
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