La Sindicatura de Greuges de Barcelona afirma que los mendigos no plantean un problema de orden público

La Sindicatura de Greuges de Barcelona afirma que los mendigos no plantean un problema de orden público

En un informe reciente, la Sindicatura de Greuges de Barcelona ha emitido un comunicado que causa un gran impacto en la opinión pública. Según este organismo, los mendigos no constituyen un problema de orden público, como se había considerado hasta ahora. Esta afirmación marca un cambio significativo en la percepción de la mendicidad en la ciudad condal, ya que rompe con la idea de que los mendigos son una amenaza para la seguridad ciudadana. La Sindicatura de Greuges, encargada de velar por los derechos de los ciudadanos, considera que la mendicidad es más un problema social que requiere de una respuesta coordinada y solidaria por parte de las instituciones y la sociedad civil.

La Sindicatura de Greuges de Barcelona descarta que los mendigos sean un problema de orden público

La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha concluido que la actuación municipal no garantiza los derechos humanos de las personas que ejercen la venta ambulante irregular, conocidos popularmente como 'manteros', y que estos no representan en ningún caso un problema de orden público.

Según la Sindicatura, la gestión y política que se está aplicando en la capital catalana contribuye a estigmatizar al colectivo y colabora en perpetuar su mala situación. La organización ha propuesto una serie de recomendaciones al Ayuntamiento de Barcelona para abordar la problemática de los manteros.

Recomendaciones para abordar la problemática

Entre las propuestas se encuentran la creación de una mesa que represente a todos los involucrados en la ciudad, la elaboración de un censo de las personas que practican la venta irregular y la reactivación de programas estratégicos que aborden de manera integral la situación de los manteros.

La gestión policial y la problemática

Según la Sindicatura, una de las directrices que actualmente se siguen por parte del consistorio como método preventivo es ampliar el número de patrullas de la Guardia Urbana en los puntos turísticos donde frecuentan habitualmente los manteros. Sin embargo, la organización ha argumentado que el colectivo de 'manteros' no representa en ningún caso un problema de orden público o de inseguridad ciudadana.

Las medidas impuestas por el consistorio únicamente desde la óptica punitiva por la ocupación del espacio público solo agravan la situación.

Las multas y su ineficacia

La organización también ha considerado que las sanciones impuestas por la policía, que han aumentado un 30% desde la puesta en vigor del Pla Endreça, carecen de sentido, ya que solo un 3,46% llegan a abonarse. A su parecer, el impago de estas multas solo es un reflejo de la ineficacia de este método y de sus pocos efectos disuasivos.

Es necesario abordar la problemática desde la óptica de los derechos de la ciudadanía, permitiendo la inclusión social del colectivo.

Características de los manteros

Según datos del Ayuntamiento que recoge la sindicatura, la media de los manteros no supera los 45 años y son hombres sin perfil delincuencial, que pese a llevar viviendo en la ciudad desde hace años, no gozan de los derechos más básicos, además de sufrir constante discriminación social.

Es necesario conseguir la regularización administrativa para que puedan acceder al mercado laboral y conseguir abandonar la venta ambulante.

La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha concluido que es necesario abordar la problemática de los manteros desde una perspectiva que tenga en cuenta los derechos humanos y la inclusión social, y no solo desde una óptica punitiva y de seguridad ciudadana.