En un escenario geopolítico cada vez más turbulento, la situación económica de Rusia, liderada por Vladimir Putin, se vuelve cada vez más delicada. La gran depreciación del valor del rublo, la moneda nacional rusa, es una de las consecuencias más evidentes del avance ucraniano en el este del país. La presión económica sobre el régimen de Putin se intensifica, y la inestabilidad en los mercados financieros rusos es palpable. A continuación, analizaremos las implicaciones de esta situación y las posibles consecuencias para la economía rusa y el mundo.
Rublo en crisis: valor del dinero ruso se desploma ante avance ucraniano y sanciones UE
La Unión Europea ha reforzado las sanciones contra Rusia en el segundo aniversario de la guerra, lo que ha llevado a una gran depreciación del rublo. La moneda rusa se encuentra en su peor crisis desde 2022, con una caída del 2% frente al dólar y euro en la jornada de hoy, martes, lo que acumula una serie de siete sesiones consecutivas a la baja.
La depreciación del tipo de cambio se está acelerando mientras las empresas, inversores y particulares rusos buscan divisa extranjera vendiendo su moneda doméstica. Desde el pasado 5 de agosto, la divisa ha perdido un 8,6% de su valor, lo que supone la mayor crisis desde diciembre de 2022, año en el que comenzó la guerra en Ucrania tras la invasión del país por parte del Ejército ruso.
Situation económica de Putin se deteriora: rublo experimenta una gran depreciación ante la guerra en Ucrania
El aumento de la demanda de divisa extranjera empuja a la baja al rublo, mientras que la cotización de la deuda repunta con los inversores buscando refugio en estos activos. La rentabilidad del bono del Kremlin a 10 años -que se mueve de forma inversa al precio- cae con fuerza hasta el 14,7%, casi 140 puntos básicos (16,1%) menos que al cierre de julio.
El Banco Central de Rusia elevó los tipos de interés de referencia del 16% al 18% a finales de julio en un intento por respaldar a su divisa y frenar la inflación. Sin embargo, tampoco han servido de mucho las intervenciones en mercado y otras medidas, en medio de una renovada crisis de confianza en la moneda rusa y la capacidad del Gobierno de Vladimir Putin para financiar la extensión temporal de la guerra en Ucrania en su tercer año.
El banco central ha señalado que podría implementar más aumentos en las tasas si es necesario para controlar la inflación. La autoridad monetaria espera ahora que la inflación cierre 2024 dentro del rango del 6,5% al 7% y que disminuya hacia el 4% en la segunda mitad de 2025. Este despertar del IPC ha marcado el reinicio del ciclo de ajuste al alza de tipos, que habían permanecido en el 16% desde diciembre de 2023.
El Banco de Rusia ha destacado que la demanda interna sigue superando la capacidad limitada de producción (oferta) de la economía rusa, lo que sigue generando presiones inflacionarias intensas. Además de las sanciones occidentales, el banco central destaca la escasez de mano de obra como principal preocupación y señala como causa a la movilización militar ordenada por Putin y la éxodo de hombres en edad laboral.
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