La sorprendente aventura de una anciana: Un ladrón se coló en su cama para robarle un móvil y un reloj
En un sorprendente y inquietante suceso, una anciana se convirtió en víctima de un audaz ladrón que se coló en su habitación y se metió en su cama con el fin de robarle sus bienes personales. El delincuente, con una impunidad asombrosa, se llevó un móvil y un reloj de valor, aprovechando la vulnerabilidad de su víctima. Esta impactante historia ha conmocionado a la comunidad, generando un clamor por la seguridad y la protección de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables.
La bravura de Pepi: anciana de 88 años enfrenta a ladrón en su cama
Pepi, una anciana de 88 años, se encontraba descansando en su casa de Arguedas, en Navarra, cuando tuvo que enfrentarse a un ladrón que se coló en su casa, y en su cama, en plena noche.
El delincuente entró en la vivienda en la que viven Pepi y su hijo a las 5:00 horas y, con sumo cuidado, se hizo con un reloj valorado en 1.000 euros y un móvil de última generación. Este miércoles, la mujer ha contactado con Vamos a ver para explicar cómo sucedieron los hechos.
Cuando entró en mi habitación, vi que no era mi hijo. Se agachó y me dijo que mi nieto le había dicho que se viniera a dormir conmigo, ha comenzado Pepi que, todavía adormilada, trató de expulsar al ladrón de su cama.
Le dije que yo no tenía nietos, que solo tenía nietas. Se tumbó en mi cama, yo me levanté y lo despaché de mi casa a empujones y le fui echando hasta la puerta. Hay que decir que él no se revolvió mucho, ha apuntado la mujer.
No me pude fijar en su cara porque estaba un poco nerviosa, ha agregado Pepi, que solo recuerda que el ladrón tenía el pelro rizado: Una vez que lo eché, volvió a entrar en mi casa mientras yo estaba en el baño.
Al día siguiente, la familia de Pepi acudió a las fiestas del pueblo y vieron a un joven que llevaba puesto el reloj de la mujer. Entre el hijo y la anciana acorralaron al ladrón y le pidieron que devolviera todo lo que se había llevado de la vivienda.
Como el ladrón se negó, Pepi y su hijo optaron por llamar a la Policía, que se personó en las fiestas del municipio navarro para detenerlo. El joven, de 24 años, contaba con un amplio historial de detenciones por diferentes delitos.
La valentía y la determinación de Pepi han sido clave para que el ladrón fuera detenido y que se recuperara parte de lo que se había llevado de su casa.
Deja una respuesta