La sorprendente historia de una mujer que ha ahorrado y trabajado incansablemente para comprarse tres casas antes de cumplir 35 años

La sorprendente historia de una mujer que ha ahorrado y trabajado incansablemente para comprarse tres casas antes de cumplir 35 años

En un mundo en el que el acceso a la vivienda se ha vuelto cada vez más difícil, una joven emprendedora ha logrado romper moldes y alcanzar un logro que muchos consideran inalcanzable. A pesar de la complejidad del mercado inmobiliario, esta mujer de menos de 35 años ha trabajado incansablemente y ha ahorrado con determinación para cumplir su sueño de ser dueña de no una, ni dos, sino tres propiedades. Su historia es un ejemplo inspirador de disciplina, perseverancia y visión a largo plazo. En las siguientes líneas, descubrirás cómo esta mujer ha logrado este impresionante logro y qué lecciones podemos aprender de su experiencia.

La economía austera de una mujer que compró tres casas antes de 35 años

Imagen de archivo de una persona sosteniendo las llaves de su casa. Getty Images

Es claro que el poder adquisitivo de los jóvenes actualmente no es el mismo que el de anteriores generaciones, pero quizá no es necesario llegar a los límites de austeridad a los que ha llegado Saki Tamogami, una mujer japonesa que compró tres casas antes de cumplir 35 años a base de recortar gastos incluso de lo más básico.

Esta agente inmobiliaria, que actualmente tiene 37 años, ha contado su historia en los medios internacionales, en los que ha asegurado que ha minimizado el gasto en aspectos como la comida, la ropa o el cuidado personal, y también ha estado más que atenta a las rebajas: ¡Nunca compres nada que no esté en oferta!.

Según ella, ha seguido este lema desde que tenía 19 años, pues quería cumplir su sueño de ser propietaria de tres viviendas. Y, siguiendo sus parcos hábitos, a los 27 años logró comprar su primera casa en Saitama, al norte de Tokio, por 10 millones de yenes (unos 61.600 euros), la cual alquiló para que se pagase la hipoteca; a los pocos años, se hizo con la segunda por 18 millones de yenes (unos 110.800 euros); y, para 2019, cuando tenía 32, adquirió la tercera por 37 millones de yenes (unos 227.800 euros).

Para lograrlo, dejó de comprar ropa nueva y empezó a usar prendas prestadas de amigos y familiares; también comenzó a adquirir alimentos más económicos, como fideos, pan o rábanos en oferta. Según contó en 2019 en Happy! Bomby Girl, programa de la televisión japonesa, normalmente no gastaba más de 200 yenes (1,23 euros) al día en comida, y lo hacía con ofertas, comiendo en casa e incluso comiendo directamente en las ollas para no invertir en platos.

Paralelamente, se dejaba el pelo largo para venderlo por unos 3.100 yenes (unos 19 euros), lo cual le permitía invertirlo en sus comidas de 15 días. Y aunque lo consideró un reto difícil de cumplir, Saki Tamogami aseguró que se acostumbró a esta vida austera y era feliz de ver cómo sus ahorros aumentaban.

La historia de Saki Tamogami es un ejemplo extremo de austeridad, pero también un recordatorio de que con disciplina y determinación es posible lograr nuestros objetivos, incluso a una edad temprana.