La tendencia de moda más caliente: Calzoncillos tipo bóxer, el nuevo must-have entre las jóvenes de la generación Z

La tendencia de moda más caliente: Calzoncillos tipo bóxer, el nuevo must-have entre las jóvenes de la generación Z

En el mundo de la moda, siempre hay tendencias que sorprenden y otras que se convierten en fenómenos. En este sentido, la última obsesión de las jóvenes de la generación Z es el calzoncillo tipo bóxer. Este estilo de ropa interior, caracterizado por su comodidad y versatilidad, se ha convertido en un must-have indispensable en los armarios de las jóvenes de hoy en día. Aunque puede parecer sorprendente, la realidad es que este tipo de calzoncillos ha ganado un lugar en el corazón de las jóvenes, que los ven como una forma de expresión personal y libertad. En este artículo, exploraremos por qué los calzoncillos tipo bóxer se han convertido en la tendencia de moda más caliente del momento.

La nueva tendencia de moda: calzoncillos tipo bóxer, el must-have de la generación Z

Los pantalones bóxer se han convertido en los favoritos de la generación Z, dejando atrás a los shorts y las bermudas. Esta tendencia rompe fronteras y se ha convertido en un acto de rebeldía estilística que abandera la generación Z con la intención de buscar versátiles y cómodos conjuntos.

Rebelde y cómodo: los calzoncillos bóxer se convierten en la única opción de verano para las jóvenes

Esta tendencia rompe fronteras, me encanta, asegura el diseñador Juan Duyos. Los jóvenes apuestan por esta moda con el fin de conseguir estilismos cómodos y prácticos, además de divertirse con ese juego de robar a su pareja las prendas para vestirte y salir a la calle.

Las barreras entre lo masculino y lo femenino se han diluido, las prendas sin género están a la orden del día, es algo muy natural, dice Duyos. Desde entonces, las prendas del hombre han migrado al armario femenino y viceversa, como se ha visto en los trabajos de Palomo Spain, Gucci, Louis Vuitton, Jacquemus o Dominnico.

La etiqueta 'genderless' es cada vez más recurrente, e invita a vestir con libertad, independientemente del sexo o identidad de género, dice Duyos, quien piensa que el bóxer tiene esa parte lúdica y divertida que invita a mezclarlo con todo.

Una prenda que hoy se combina con camisetas, camisas de corte masculino (de algodón o lino), zapatilla de deporte o sandalias, se ha convertido en una prenda básica, un comodín, detalla el creador.

No es imprescindible pertenecer a la generación Z para lucirlos, basta con tener ganas, argumenta Juan Duyos, quien cree que más que una rebeldía estilista es una forma de divertirse con la moda como ya hizo Jean Paul Gaultier con el corsé.

Con esta tendencia, el bóxer es la última prenda íntima en sumarse a la lista de ropa interior que ahora se luce con vistas al exterior. Antes fueron los sujetadores 'bralette' -de encaje tipo top-, luego los corsés, las pezoneras, los ligueros y los tangas, y ahora se da un paso más y el calzoncillo se luce a modo de pantalón corto.

La temporada pasada, el bóxer se utiliza como ropa interior, se asomaba o dejaba ver por encima de pantalones de tiro bajo o minifaldas, sin embargo, ahora esta prenda íntima pisa la calle sin tapujos, asegura la experta en comunicación de moda Pepa Fernández.

El director creativo Glenn Martens, al frente de la firma Diesel, ha creado un bóxer unisex en algodón y sobreteñidos en tonos neutros. Pero no solo las mujeres salen a la calle en bóxer, los hombres también, como se ha visto en la Semana de la moda masculina de Milán, concretamente el actor Paul Mescal para acudir al último desfile de Gucci optó por lucir bóxer con camisa básica y mocasines.

Creado por Jacob Golomb en 1925, el bóxer fue ideada para sustituir al pantalón de cuero que usaban los boxeadores. Su fama se extendió rápidamente, eclipsó al slip, y ahora diseñadores y firmas de moda como Zara la convierten en un básico del verano.