La UE aprueba este viernes la imposición de aranceles definitivos a vehículos eléctricos chinos
En un nuevo capítulo de la tensión comercial entre la Unión Europea y China, se ha tomado la decisión de imponer aranceles definitivos a los vehículos eléctricos procedentes de este país asiático. La medida, que se aprobó este viernes, tiene como objetivo proteger la industria automotriz europea y garantizar la competencia justa en el mercado. La imposición de estos aranceles se suma a las medidas de protección comercial adoptadas por la UE en respuesta a las prácticas comerciales consideradas desleales por parte de China.
La UE decide el futuro de los aranceles a vehículos eléctricos chinos
Este viernes, los países de la Unión Europea (UE) decidirán si mantendrán o no los aranceles a la importación de vehículos eléctricos fabricados en China.
Bruselas comenzó a aplicar esta medida a los coches eléctricos que llegaban a Europa desde el país asiático el pasado mes de julio de forma provisional. Para que se apruebe la continuidad de la medida, tendrán que dar su 'sí' un 55% de los Estados miembros, que a su vez deberán representar al 65% de la población de la Unión Europea.
Sin embargo, si un número de países que cumpla los requisitos de esta mayoría cualificada vota en contra de los aranceles, la Comisión Europea deberá tener en cuenta el resultado. Si esta mayoría no se logra ni a favor ni en contra, la propuesta de la Comisión Europea podría ser revisada y actualizada para volver a someterla a votación antes del próximo 31 de octubre, la fecha límite que tienen los Veintisiete para tomar una decisión.
Aranceles aplicados a los fabricantes chinos
Desde principios de julio se están aplicando aranceles de hasta el 36,3% al fabricante SAIC, del 19,3% a Geely y del 17% a BYD, por considerar que reciben subvenciones que dañan a los fabricantes de la UE.
A mediados de julio, España votó a favor de la medida junto a París y Roma y otros nueve países, mientras que Berlín y otros diez se abstuvieron y, en contra, Malta, Eslovaquia, Chipre y Hungría, que ya ha avanzado que se volverá a oponer.
Pedidos de reconsideración
Desde entonces, las divergencias entre los Veintisiete han ido aumentando entre ellas las de España, cuyo presidente, Pedro Sánchez, pidió la semana pasada desde China que la UE reconsidere su posición, como también pide el canciller alemán, Olaf Scholz.
Pekín y Bruselas llevan desde julio negociando una posible solución, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis y el ministro chino del ramo, Wang Wentao, se comprometieron hace dos semanas a seguir intentando un acuerdo.
Si mañana se adoptan los aranceles, se aplicarán durante cinco años, aunque fuentes comunitarias dijeron que podrían retirarse, en caso de que pacten un acuerdo.
Reacción china
En reacción a los aranceles que ya se están aplicando de forma provisional, China ha iniciado una investigación a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE, que para España representan una factura de exportaciones de casi 1.900 millones de euros en el primer caso y de 91 millones en el segundo.
Bruselas decidió impugnar la semana pasada ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) la investigación china a los productos lácteos.
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