En un llamado unificado, la Unión Europea, Egipto y la Organización de las Naciones Unidas han instado a la comunidad internacional a trabajar en conjunto para lograr la implementación efectiva de la Resolución 1701 en Líbano. Esta resolución, adoptada en 2006, tiene como objetivo establecer la paz y la estabilidad en la región, garantizando la seguridad y la soberanía del pueblo libanés. La implementación efectiva de esta resolución es considerada clave para la estabilidad regional, ya que permitiría abordar las tensiones y conflictos que han aquejado a la región durante décadas. En este sentido, los líderes internacionales coinciden en que la estabilidad en Líbano es fundamental para la seguridad y prosperidad de la región y del mundo en general.
La UE, Egipto y la ONU exigen implementación efectiva de la Resolución 1701 en Líbano
Las tensiones en Oriente Próximo no cesan. Este martes, Irán lanzó casi 200 misiles balísticos contra Israel como respuesta a los ataques en Líbano y en venganza por los asesinatos de los líderes de Hezbolá y Hamás.
Poco antes, España, Egipto y la ONU dejaban claras sus posiciones sobre el conflicto a tenor de la invasión terrestre del Ejército de Israel contra la zona sur libanesa: implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Turquía, por su parte, tildó el intento de ocupación de ilegal y apuntó a que la incursión viola la soberanía e integridad territorial. Pero, ¿qué es y en qué consiste este tratado?
La Resolución 1701: un acuerdo para la paz en Líbano
La Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es un acuerdo que se aprobó el 11 de agosto de 2006 y con el que se dio solución al conflicto que había entonces entre Israel y Líbano.
Entonces, las hostilidades, que llevaban en pleno auge más de un mes, fueron calificadas por el Consejo de Seguridad de la ONU como catástrofe humanitaria.
El conflicto, denominado guerra de julio, afectó principalmente a Líbano, el norte de Israel y los Altos del Golán, siendo los principales actores el Ejército de Israel y Hezbolá, como en las hostilidades actuales.
La guerra dio comienzo el 12 de julio debido a que el grupo chíi lanzó cohetes sobre las poblaciones fronterizas israelíes.
El conflicto y la Resolución 1701
En los ataques, tres soldados israelíes murieron y otros dos fueron secuestrados, mientras que cinco compañeros más fallecieron al intentar rescatarlos.
Hezbolá quería que se pusiera en libertad a prisioneros libaneses en Israel, pero el Estado hebreo respondió con más bombas.
Se cree que este conflicto provocó la muerte de entre 1.191 y 1.300 libaneses y de 165 israelíes.
Naciones Unidas, desde el inicio del conflicto, presentó varias propuestas para un alto el fuego sin éxito.
Estados Unidos y Francia también lo hicieron el 5 de agosto, cuando presentaron un proyecto de resolución en el que se exigía el fin de todos los ataques de Hezbolá y se demandaba a Israel el cese de las operaciones ofensivas, pero no se contemplaba la retirada de las tropas del suelo libanés.
El acuerdo final
Finalmente se acordó el cese completo de las hostilidades; la retirada de todas las fuerzas de Israel del Líbano y el despliegue de las fuerzas de la ONU (FINUL) en el sur;
una solución a largo plazo basada en el desarme de todos los grupos armados en Líbano (incluido Hezbolá);
que no haya otras fuerzas armadas ajenas a las de la FINUL y Líbano (lo que implica Hezbolá y las fuerzas israelíes) al sur del río Litani;
y que no haya fuerzas extranjeras en el Líbano sin el consentimiento de su Gobierno.
Además, en la resolución se hace hincapié en la importancia del control total del Líbano por parte de su Gobierno y la necesidad (en ese momento) de la liberación incondicional de los soldados israelíes secuestrados, que dieron lugar a la crisis.
También se optó por el pleno respeto de la Línea Azul, una demarcación establecida por las Naciones Unidas el 7 de junio de 2000 para confirmar la retirada de las fuerzas israelíes del sur del Líbano y que sirve como una frontera entre ambos países, y la independencia de la integridad territorial, la soberanía y política del Líbano.
Esperamos que la implementación efectiva de la Resolución 1701 contribuya a la paz y la estabilidad en la región.
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