Las balsas salvavidas, última oportunidad para encontrar a los desaparecidos en las Malvinas: 'Están equipadas con comida, agua y están diseñadas para

En el marco de la búsqueda de los desaparecidos en las Malvinas, se ha desplegado un nuevo esfuerzo para encontrar a las personas que continúan sin ser localizadas. Las balsas salvavidas se han convertido en la última oportunidad para dar con el paradero de los desaparecidos, según informan fuentes cercanas a la operación de rescate. Estas embarcaciones están especialmente diseñadas para facilitar la supervivencia en el mar, estando equipadas con comida y agua para varios días, lo que aumenta las posibilidades de encontrar a los desaparecidos con vida. Además, están construidas para no hundirse, lo que reduce considerablemente el riesgo de naufragio. Con esta iniciativa, se busca cubrir el amplio radio de búsqueda y dar respuesta a las familias de los desaparecidos.

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Balsas salvavidas, última esperanza para hallar supervivientes en Malvinas

Las olas de hasta ocho metros de altura y las rachas de viento de más de 64 km/h están complicando la búsqueda de los cuatro marineros del pesquero Argos Georgia, que permanecen desaparecidos tras el naufragio del buque a última hora del lunes, a 170 millas de las costas de las islas Malvinas.

Entre los desaparecidos se encuentran dos españoles, naturales de los municipios gallegos de Ribeira y Noia, mientras que otros seis españoles han sido rescatados con vida: cuatro de ellos son gallegos, tres de Ribeira y uno de Pontevedra; además de una persona natural de Barcelona y una bióloga de Albacete.

Los seis forman parte de los 14 supervivientes de la tragedia, todos ellos rescatados en buen estado de salud y que navegan hacia Puerto Stanley, capital de las Malvinas.

La lucha por encontrar supervivientes en Malvinas

La lucha por encontrar supervivientes en Malvinas

El naufragio ya se ha cobrado la vida de 9 de los 27 tripulantes del pesquero y entre las víctimas confirmadas hay dos españoles, los gallegos Santi Leyenda y César Acevedo, cocinero del barco y patrón de pesca, respectivamente.

El titular de Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que se trabajará para que la repatriación se realice lo antes posible y sin escatimar ningún esfuerzo.

El pesquero Robin M. Lee, que ya auxilió a los náufragos del Villa de Pitanxo en 2022, se mantiene en la zona del naufragio intentando localizar a los cuatro desaparecidos. Forma parte del operativo de búsqueda en el que participan buques de Salvamento de las Malvinas y de la Armada argentina, además de medios aéreos y por satélite.

Las balsas neumáticas, última oportunidad en la tormenta

Roberto Cabral, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Baiona, explica que si los desaparecidos se encuentran a bordo de una balsa neumática como la que salvó a los 14 supervivientes rescatados, hay posibilidades de hallarlos con vida: En esas balsas se puede resistir muchos días o, incluso, meses, porque están preparadas con kits de supervivencia. Tienen paquetitos con comida sólida, como gelatinas o barritas energéticas como las de los deportistas, además de bengalas para dispararlas cuando vean un barco o algún avión.

El agua a bordo de esas balsas salvavidas tampoco es un problema, dice Cabral: La parte de arriba de las balsas es como un embudo que recoge agua de lluvia, pero incluso en zonas cercanas al Ecuador donde no llueve, esas balsas recogen agua del rocío de la noche por condensación. No es que sobre agua a bordo, pero no falta para subsistir.

Y esas embarcaciones de emergencia también están preparadas para flotar en las condiciones más extremas, como las que imperan ahora en esa zona del Atlántico sur: Son balsas que están cerradas siempre y es imposible que vuelquen o que se hundan porque tienen dos cremalleras, un sistema doble de cerradura que impide que entre el agua. El problema es que van a la deriva y van hacia donde te lleva la corriente.

La esperanza se mantiene, ya que la balsa neumática es la única oportunidad de encontrar supervivientes, dice Cabral, ya que en caso de haber caído al mar, apenas se puede resistir unas horas debido a las gélidas temperaturas: Ahora es invierno en el hemisferio sur y el agua en esa zona estará a una temperatura de siete u ocho grados. En pocas horas puedes morir de hipotermia.

Luisa Herrera

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