Las islas Salvajes, el enclavo de 5,3 km² que genera polémica entre España y Portugal por su soberanía.

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Las islas Salvajes, el enclavo de 5,3 km² que genera polémica entre España y Portugal por su soberanía.

En el océano Atlántico, a unos 160 km al norte de la isla de Fuerteventura, se encuentra el archipiélago de Las Islas Salvajes, un pequeño grupo de islas que se han convertido en un foco de tensión entre España y Portugal. Con una superficie total de tan solo 5,3 km², este diminuto territorio ha generado una fuerte polémica entre ambos países, que se disputan su soberanía desde hace décadas. A pesar de su pequeño tamaño, las islas Salvajes tienen un gran valor estratégico y económico, lo que ha llevado a ambos países a reivindicar su control sobre este enclavo atlántico.

La disputa por las Islas Salvajes: ¿quién controla el enclave de 2.73 km² en el Atlántico?

Las Islas Salvajes, un pequeño archipiélago situado en el Atlántico norte, entre Madeira y Canarias, es objeto de una disputa territorial que ha enfrentado a España y Portugal durante años. Aunque el archipiélago solo cubre una superficie de 2.73 kilómetros cuadrados, similar al tamaño de Mónaco, su importancia geopolítica y económica es considerable debido a las amplias zonas marítimas que se pueden controlar.

Un enclave de gran valor estratégico

Un enclave de gran valor estratégico

Este enclave de gran valor estratégico está compuesto por dos islas principales, Salvaje Grande o Pitón Grande y Pitón Pequeña, y varias islas más pequeñas y rocas. Desde 1971, las islas han sido una reserva natural de Portugal, restringiendo el acceso y protegiendo su biodiversidad.

La importancia de las Islas Salvajes radica en la extensión de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), que permite a los países derechos exclusivos sobre la explotación de recursos naturales en un área de 12 millas náuticas desde su costa, que alcanzan las 200 millas si dicha isla se encuentra habitada.

Historia de la disputa

El enfrentamiento por hacerse con el poder de esta región se remonta a varios años atrás, pero tomó un giro más serio en 2015 cuando España presentó una reclamación ante las Naciones Unidas para incluir las aguas circundantes de las Islas Salvajes dentro de su ZEE. Portugal ha sostenido que las Islas Salvajes son parte integral del archipiélago de Madeira y, por lo tanto, no se debe cuestionar su soberanía ni la delimitación de su ZEE.

La posición de Portugal

Las islas fueron anexadas oficialmente por Portugal en 1938 tras el dictamen de la Comisión Permanente de Derecho Marítimo Internacional y, desde entonces, han sido administradas como parte de la región autónoma de Madeira. La creación de la Reserva Natural de las Islas Salvajes en 1971 también refuerza el control efectivo que Portugal ha mantenido sobre el archipiélago.

Las autoridades portuguesas han realizado diversas acciones para consolidar su presencia, como la construcción de una pequeña estación de guardacostas y la realización de visitas científicas regulares.

La perspectiva de España

Cuando la Comisión Permanente de Derecho Marítimo Internacional otorgó a Portugal la anexión de las Salvajes en 1938, España se encontraba sumergida de lleno en su Guerra Civil, lo que impidió que pudiera defender sus intereses o presentar cualquier tipo de requerimiento.

El gobierno español argumenta que las Islas Salvajes no cumplen con los criterios establecidos por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM) para ser consideradas islas que generen una ZEE completa. Según la CNUDM, solo las islas que puedan sostener vida humana y actividad económica propia tienen derecho a una ZEE de 200 millas náuticas.

Además, la posición geográfica de las Islas Salvajes también supone un argumento para España, ya que se encuentran notablemente más cerca de Canarias que de Madeira.

Implicaciones económicas y medioambientales

La resolución de esta disputa tiene implicaciones tanto económicas como medioambientales. Si Portugal mantiene su control sobre la ZEE alrededor de las Islas Salvajes, tendría derechos exclusivos sobre la pesca, el petróleo y otros recursos minerales en esa área.

Esto sería un golpe para la economía pesquera de las islas Canarias, que se vería limitada en su acceso a estos recursos. Además, la protección ambiental de la reserva natural podría verse comprometida si las islas se abren a la explotación económica.

A pesar de la disputa, ambos países mantienen una postura diplomática y no han permitido que este conflicto afecte de forma significativa sus buenas relaciones.

Las Islas Salvajes, un enclave en disputa

La disputa por las Islas Salvajes es solo uno de los muchos conflictos territoriales que España y Portugal han tenido a lo largo de la historia. Sin embargo, la resolución de este conflicto es crucial para la economía y el medio ambiente de la región.

La importancia de la diplomacia

Aunque la disputa por las Islas Salvajes es un tema sensible, ambos países han mantenido una postura diplomática y han evitado que el conflicto afecte sus relaciones bilaterales. La diplomacia es clave en la resolución de conflictos territoriales y es fundamental para mantener la paz y la estabilidad en la región.

Patricia Martínez

Hola, soy Patricia, autora en El Noticiero. Me apasiona compartir las noticias más relevantes de actualidad, tanto a nivel nacional como internacional. Mi compromiso con la objetividad y la rigurosidad en la información es mi principal prioridad. ¡Te invito a descubrir las últimas novedades junto a mí en este periódico independiente!

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