Después de un verano marcado por la sequedad y la escasez de agua, las lluvias torrenciales registradas en las últimas semanas en Cataluña han revertido la situación hidrológica en la región. La precipitación ha permitido un aumento significativo en los niveles de agua en los embalses y ríos, lo que ha llevado a una mejora significativa en la situación hidrológica de la comunidad autónoma. Sin embargo, a nivel nacional, la reserva de agua sigue enfrentando una caída por primera vez en un mes, lo que sigue siendo un tema de preocupación para las autoridades.
Lluvias revierten situación hidrológica en Cataluña, pero reservas nacionales enfrentan caída
Después de varios días de calor intenso, las lluvias han llegado a Cataluña y han revertido la situación hidrológica en la región. Las cuencas internas de Cataluña han experimentado un nuevo impulso gracias a las precipitaciones, y ahora se encuentran cerca del 30% de su capacidad.
Según los datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica, las precipitaciones han afectado a toda la Península, aunque la mayor cifra de precipitación acumulada se ha producido en Girona, con 35,3 litros por metro cuadrado. Esto ha supuesto que Cataluña incremente su nivel de agua embalsada en 1,7 puntos en solo siete días.
Sus cuencas se establecen ya en un 28,8% y cuentan con 195 hectómetros de agua embalsada, lo que supone una situación incluso mejor que la del mismo período del año pasado, cuando su reserva se situaba en un 25,5%.
Por otro lado, la situación en el resto de España es diferente. La reserva hídrica ha caído en 0,4 puntos porcentuales esta semana, lo que supone una pequeña pero continua disminución en las reservas hídricas.
La reserva hídrica en España se sitúa actualmente en un 66,26% de su capacidad, con 37.134 hectómetros cúbicos de agua. Aunque este dato es mayor que el del año pasado en la misma fecha, la tendencia es descendente.
Por cuencas, las internas del País Vasco son las que mejores datos presentan, con un 95,2% de su capacidad. Sin embargo, las cuencas del sur peninsular, como la Mediterránea Andaluza, Guadalete-Barbate y la cuenca del Segura, presentan los peores datos, con porcentajes de capacidad que oscilan entre el 23% y el 31,6%.
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