Más microplásticos en el agua embotellada que en la del grifo, según un estudio español

Un estudio español ha revelado un dato alarmante sobre la calidad del agua que bebemos. Según los resultados, el agua embotellada contiene más microplásticos que el agua del grifo. Esta investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos españoles, ha analizado muestras de agua de diferentes fuentes y ha encontrado una concentración significativa de microplásticos en el agua embotellada. Esto ha generado inquietud entre los expertos, que advierten sobre los posibles riesgos para la salud humana y el medio ambiente.

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El peligro oculto en el agua embotellada: microplásticos en la botella

Una persona llenando un vaso de agua del grifo. La calidad y el sabor del agua del grifo es famosa en algunas zonas de España, pero en otras áreas, el consumo de agua embotellada está generalizado entre la población, a pesar de que más del 99% del agua corriente en nuestro país es potable.

Un equipo de investigadores españoles ha analizado ambas opciones y ha llegado a una conclusión preocupante: el agua embotellada contiene una concentración de microplásticos mayor que el agua del grifo.

Como publican estos autores en el medio especializado de gran prestigio Scientific Reports, cada vez tenemos más evidencias sobre el extremo alcanze de la contaminación plástica en nuestro organismo y en el medio ambiente. A nivel mundial, producimos en todo el mundo 400 millones de toneladas de plástico cada año; una parte considerable de ellos llega al medio ambiente, donde se degrada convirtiéndose en partículas diminutas: los microplásticos y nanoplásticos.

El año pasado, miembros de la red de investigación sobre plásticos Enviroplanet, gracias a un convenio firmado por la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), publicaron un artículo en Water Research en el que analizaban la presencia de microplásticos y partículas artificiales no plásticas en el agua potable de ocho ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Vigo, A Coruña, Murcia, Cartagena, San Cristóbal de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria) y encontró que todas ellas contenían este tipo de contaminación, si bien en concentraciones relativamente bajas en comparación con otros estudios a nivel internacional.

Ahora, estos mismos investigadores han querido completar esta información indagando en la cantidad de microplásticos presente en el agua embotellada española. Para ello, detallan, analizaron botellas procedentes de cinco de las principales marcas de agua, que en conjunto representan el 40% del mercado de este bien en nuestro país.

Embotellada vs del grifo

Embotellada vs del grifo

Los resultados han permitido comparar la concentración de microplásticos y materiales artificiales no plásticos en el agua embotellada y en la de grifo. Así, observaron que mientras que las aguas embotelladas contienen principalmente fragmentos de poliésteres transparentes y blancos (lo que coincide con la composición de las botellas) y fibras de celulosa, en el caso del agua de grifo la diversidad de los microplásticos es mayor.

En cualquier caso, en el agua embotellada la concentración media de partículas microplásticas (MP) y la concentración de partículas no plásticas de origen artificial (PANP) fue de unas 1.70 PANP/L; en la de grifo, la concentración media fue de 0.0125 MP/L y 0.0322 PANP/L.

Es decir, que la presencia de microplásticos era significativamente mayor en el agua embotellada que en el agua de grifo.

Posibles implicaciones para la salud

Hasta ahora, no sabemos con certeza hasta que punto estas concentraciones podrían resultar dañinas para la salud humana, si bien en el corto plazo es poco probable que tengan efectos perniciosos.

Lo que más preocupa a los expertos es la acumulación de esta clase de materiales en los tejidos a largo plazo, ya que se ha detectado su penetración en el torrente sanguíneo e incluso en la placenta de las mujeres embarazadas y en los testículos de los varones.

Algunos expertos creen que los microplásticos en el cuerpo podría asociarse a efectos negativos como toxicidad reproductiva o alteraciones hormonales, e incluso tenemos algunas evidencias de que los microplásticos podrían estar ligados a un mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades neurodegenerativas.

Aunque en último término estas sospechas deben confirmarse en investigaciones sobre seres humanos, los indicios ya apuntan a la necesidad de tomar medidas para reducir la contaminación plástica todo lo posible.

Ángel Calvo

Soy Ángel, un periodista apasionado de la verdad y la objetividad en El Noticiero, un periódico independiente de actualidad nacional e internacional. Mi misión es informar a nuestros lectores con la mayor rigurosidad y transparencia, para que estén al tanto de las últimas novedades de forma imparcial. Con años de experiencia en el mundo del periodismo, me esfuerzo por investigar a fondo cada noticia y presentarla de manera clara y concisa. ¡Sígueme en nuestras plataformas para mantenerte informado de todo lo que sucede en el mundo!

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