Melania Trump pone en duda los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos en sus memorias
En un sorprendente giro de eventos, la ex primera dama de los Estados Unidos, Melania Trump, ha generado controversia al cuestionar la legitimidad de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en su reciente libro de memorias. En su obra literaria, Melania Trump expresa sus dudas sobre la integridad del proceso electoral que llevó a la victoria a Joe Biden, sucesor de su esposo, Donald Trump, en la Casa Blanca. Esta afirmación ha generado un gran revuelo político y mediático, ya que supone un desafío abierto a la legitimidad de las instituciones democráticas de Estados Unidos.
Melania Trump cuestiona resultados de las elecciones en sus memorias
La ex primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, cuestiona en sus memorias, publicadas este martes, los resultados de las elecciones de 2020. En ellas su marido Donald Trump perdió contra el demócrata Joe Biden.
En su libro, Melania recuerda la noche de las elecciones y asegura que ella y su hijo Barron siguieron los resultados en la cadena Fox News mientras Donald Trump entraba y salía de la habitación.
A las 23:30, Fox pronosticó que Arizona se decantaría por Biden. ¿Cómo podían pronosticarlo tan pronto, antes de que se hubieran contado todos los votos? Era otra señal de que no eran unas elecciones normales, expresa en el libro.
Melania Trump reitera que sus sospechas de que los comicios no fueron justos aumentaron cuando descubrió que debido a la forma en que los estados contaban los votos por correo y los plazos de entrega por correo, los resultados no estarían claros hasta dentro de varios días.
A pesar de que es común que la prensa anuncie el resultado previsto de unas elecciones cuando considera que se ha publicado suficiente información no oficial sobre el recuento de votos, la ex primera dama acusa a los medios de comunicación y a las grandes tecnológicas de intentar impedir la reelección de su marido.
Unas elecciones deberían celebrarse en un solo día y las urnas deberían cerrar a medianoche, opina Melania.
El asalto al Capitolio
En su memoria, Melania aclara por qué no rechazó públicamente el asalto al Capitolio y contesta a su entonces secretaria de prensa, Stephanie Grisham, que reveló que cuando ese día le pidió que condenase el uso de la violencia, ella respondió con un simple no.
La mujer del expresidente aclara que su respuesta se debió a un malentendido, puesto que no sabía lo que estaba pasando: Si hubiera estado plenamente informada, habría denunciado inmediatamente la violencia.
Ahora, condena lo que pasó aquel día y afirma que, pese a su rechazo a los resultados electorales, la violencia que se presenció entonces fue inequívocamente inaceptable.
Otras anécdotas
En el libro, Melania no menciona los cargos penales que enfrenta su marido en Washington y en Georgia por sus intentos de interferir en los resultados electorales. Tampoco indaga en las acusaciones de conducta sexual inapropiada vertidas contra él por parte de varias mujeres, como la actriz porno Stormy Daniels o la escritora E. Jean Carroll.
Sí coincide con el republicano en el rechazo a la participación de atletas transgénero en competiciones deportivas. Los cuerpos masculinos suelen tener ventajas físicas que pueden afectar a la equidad en la competición, dice al respecto, aunque afirma que apoya a la comunidad LGTBI.
De su memoria también llama la atención el relato de su amistad con el rey Carlos III de Inglaterra, al que conoció en Nueva York en 2005. Volvió a conectar con el monarca en 2019 durante una visita de estado a Reino Unido en la que entabló una interesante conversación sobre su compromiso con la conservación del medio ambiente.
No todo es política y opiniones controvertidas en esta biografía: la ex primera dama también indaga en la primera vez que vio a Donald Trump, una noche durante la Semana de la Moda de Nueva York en la que sintió con él una chispa innegable.
Además, recuerda el episodio en el que, durante una visita a Israel con el primer ministro Benjamin Netanyahu y su esposa, se negó a darle la mano a su marido de un manotazo. En la alfombra roja no cabíamos los cuatro juntos. Fue un pequeño gesto inocente, nada más, aclara.
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