Si te gustan los paisajes impresionantes y te apasiona descubrir rincones fuera de lo común, ¡prepárate para enamorarte de Kerry, el condado escondido de Irlanda! A menudo eclipsado por la popularidad de Dublín y Cork, este destino turístico ofrece una experiencia única y auténtica. Ubicado en el sudoeste del país, Kerry es un tesoro oculto que espera ser descubierto, con sus montañas verdes que se elevan hacia el cielo y sus costas escarpadas que se internan en el mar. En este artículo, te invitamos a explorar los secretos de este condado irlandés, donde la naturaleza es la protagonista y la aventura es garantizada.
Irlanda más allá de Dublín y Cork: ¡explora el encanto del condado de Kerry y su Parque Nacional!
Irlanda es uno de los mejores destinos de Europa para los amantes de la historia y la naturaleza. La isla tiene impresionantes entornos verdes que la hacen única, así como increíbles ciudades que hacen las delicias de cualquier turista. Sin embargo, en el sudoeste de Irlanda, cerca de Cork, se encuentra una joya escondida: el condado de Kerry y su localidad estrella, Killarney.
De apenas 14.000 habitantes, Killarney es a menudo eclipsada por Dublín, aunque esta localidad irlandesa es una de las grandes maravillas que esconde la isla. La riqueza patrimonial que se puede encontrar entre sus calles es enorme, y los espectaculares entornos naturales que la rodean permiten conocer la verdadera esencia de Irlanda.
La riqueza patrimonial de Killarney
En Killarney se pueden visitar algunos de los edificios más impresionantes del sudoeste de Irlanda, como la Catedral de Santa María, erigida a finales del siglo XIX, o la impresionante Abadía de Muckross, un monasterio con medio milenio de historia.
La gran joya de la corona se encuentra a orillas del Lago Leane: se trata del magnífico castillo de Ross, una fortaleza medieval que puede ser un perfecto punto de partida para conocer la verdadera maravilla de la región: el Parque Nacional de Killarney.
El Parque Nacional de Killarney, la esencia de Irlanda
Este descomunal entorno de 100 kilómetros cuadrados fue el primero de toda Irlanda en ser declarado parque natural, y argumentos no le faltan: a su enorme diversidad de flora y fauna (puedes encontrar la única reserva de ciervo rojo del país), hay que sumar un espectacular paraje repleto de lagos y montañas digno de película.
Bosques frondosos, parajes verdes que se extienden más allá de la vista y lagos de aguas gélidas conforman este espectacular parque nacional que concentra la naturaleza más salvaje de Irlanda. En él, te topas con la montaña más alta de la isla, el Carrantuohill, y con imponentes cerros entre los que se forman enclaves tan impresionantes como el Desfiladero de Dunloe o la Cascada de Torc.
La costa atlántica de Irlanda
En la península de Iveragh arranca y finaliza una espectacular ruta por todo el Anillo de Kerry, por lo que después de adentrarte en el corazón del parque natural no hay mejor destino final que la impresionante costa atlántica de Irlanda.
Playas vírgenes de arena fina rodeadas de imponentes acantilados, como la de la Bahía de St. Finian o la de Derrynane, esperan para que las descubras. El océano y la montaña se encuentran en este magnífico litoral, que es el colofón a un viaje por la Irlanda más recóndita.
Para llegar a Killarney, la mejor opción es tomar un vuelo a Cork y después dirigirte a la localidad, que se encuentra a tan solo una hora por carretera de 'La ciudad rebelde'. Hay varios puentes aéreos con diversas urbes españolas, por lo que tienes muchas opciones para conocer este monumental entorno.
Deja una respuesta