No es una moda pasajera: el vino blanco convierte la 'crisis del tinto' en una realidad, pese a que su precio aumenta más de un 50%

No es una moda pasajera: el vino blanco convierte la 'crisis del tinto' en una realidad, pese a que su precio aumenta más de un 50%

En un mercado cada vez más competitivo, el vino blanco se ha consolidado como una opción preferida por los consumidores, generando una crisis del tinto que parece no tener fin. Lo que comenzó como una tendencia, se ha convertido en una realidad que afecta a la industria vinícola en su conjunto. A pesar de que el precio del vino blanco ha aumentado más de un 50%, los consumidores siguen optando por esta variedad, lo que ha llevado a una disminución en la demanda de vino tinto. ¿Cuáles son las razones detrás de este cambio en los hábitos de consumo? ¿Cómo están respondiendo los productores y distribuidores a esta nueva realidad?

La moda del vino blanco: ¿un cambio de tendencia o una crisis del tinto?

Pocas cosas hay tan españolas como tomarse un vino. Este arraigado ritual, no obstante, parece que está cambiando en los últimos años. Los brindis con familiares y amigos ya no son tan rojos como antes y cada vez más tienden más al blanco o al rosado.

Porque muchos consumidores están modificando sus preferencias y quieren disfrutar ahora de caldos fáciles de beber, más frescos, afrutados y de baja graduación, unos atributos de los que carecen los vinos tintos más tradicionales.

El vino blanco ganando terreno: ¿qué ha llevado a este cambio en el mercado?

No se trata de una moda pasajera. Es una tendencia estable en el largo plazo, asegura Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV). Del Rey explica que el consumo de vinos de baja graduación, frescos, agradables, afrutados y refrescantes, como los blancos, rosados o espumosos, está subiendo en España y en el mundo. Son más fáciles de beber y gustan más sobre todo a los jóvenes y a las mujeres, aclara.

Este cambio en el consumo de vino, sin embargo, que en nuestro país se ha notado más en los últimos años, es una realidad a nivel mundial desde principios de siglo. Tal y como recoge un informe de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) sobre la evolución de la producción y consumo mundial de los vinos de 2000 a 2021, el consumo de vino tinto ha caído hasta un 15%, mientras que el de vinos blancos ha crecido un 10% y el de los rosados un 17%.

La crisis del tinto: ¿qué opciones hay para los productores y exportadores?

En España, el creciente interés de los consumidores por el vino blanco ha contribuido, junto a otros factores, a que se haya disparado su precio, superando incluso al tinto. Según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la primera semana de septiembre el precio medio del vino blanco era de 48,24 euros por hectolitro, frente a los 42,71 euros del tinto.

Otro dato que confirma el sorpasso del blanco al tinto son las cifras de producción de vino publicadas por el Gobierno. Entre el 1 de agosto de 2023 y el 1 de julio de 2024, se elaboraron en España 27.827.661 hectolitros de vino, de los cuales 14.950.384 fueron de blanco (53%) y los 12.877.277 restantes de tinto y rosado.

La crisis del tinto ha repercutido sobre todo en el vino tinto, que sigue siendo un valor seguro en sus modalidades más caras y exclusivas por su alta demanda en el mercado asiático y anglosajón, pero que acumula un importante exceso de oferta en tintos con un perfil más económico por la caída de las exportaciones y la demanda interna.

El precio del vino blanco sube: ¿una moda pasajera o una tendencia estable?

Fuentes del sector vitícola también han destacado que a la mayor demanda se une una menor oferta por una cosecha históricamente baja en la campaña 2023/2024 con una producción de 32 millones de hectolitros de vino y mosto, un 21% menos respecto a la campaña anterior y un 25% inferior comparado con el promedio de las últimas cinco campañas, debido al largo periodo de sequía.

Esta tendencia al alza de los precios se ve reflejada en el Informe del Consumo Alimentario en España en 2023 de Agricultura, que indica que el gasto de los consumidores españoles en vino blanco el año pasado se incrementó un 2,3%.

De los blancos el que más se vende es el godello, afirma Mariano Alonso, quien lleva más de 30 años vendiendo vinos en el Mercado de Santa María de la Cabeza de Madrid. Me gustan los dos tipos, pero ahora parece que está de moda el blanco, apunta una señora en el Mercado de Santa María de la Cabeza de Madrid mientras compra una botella de godello, la variedad de uva blanca predominante en el noroeste de Castilla y León y Galicia.

En la hostelería también se ha apreciado la subida en los blancos. Hemos notado una subida en su precio básicamente porque variedades que antes eran menos conocidas ahora son más demandadas. Es lo que ha pasado mucho, por ejemplo, con el tema del godello y el albariño, que han subido de precio, explica Jesús Labrador, propietario del grupo madrileño de restauración Bebola.