Óscar Puente considera que mantener la indemnización por retraso en Renfe es un suicidio económico para el transporte público
El experto en transporte, Óscar Puente, ha lanzado una fuerte crítica contra la política de indemnización por retraso en Renfe, calificándola de suicidio económico para el transporte público. Según Puente, esta práctica desincentiva la eficiencia y fomenta la ineficacia en la gestión de la empresa pública. El experto argumenta que, en lugar de invertir en mejorar la calidad del servicio, Renfe se ve obligada a desembolsar grandes cantidades de dinero en indemnizaciones, lo que perjudica la sostenibilidad económica del transporte público. Esta declaración ha generado un gran debate en el sector, donde muchos coinciden en que se necesita un cambio en la política de gestión de Renfe.
Puente llama suicidio económico a indemnizaciones por retrasos en Renfe
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha asegurado que comparecerá en el Congreso de los Diputados a petición del PP para dar cuenta sobre el caos ferroviario. En una entrevista en RNE, ha avanzado algunas de sus explicaciones y ha pedido disculpas por los incidentes que han provocado el colapso en la estación de Chamartín.
Responsabiliza a Talgo de los incidentes y ha calificado de suicidio económico la anterior política de indemnizaciones por retrasos, que este verano ha modificado para elevar los tiempos. En concreto, en el año 2023 se pagaron 42 millones de euros por este concepto.
Ha justificado el cambio alegando que esta medida se adaptó en 1992 cuando solo había seis trenes al día entre Madrid y Sevilla y las devoluciones eran asumibles. Con todo, ha desvinculado esta decisión de las incidencias en el sistema.
Incidencias en el sistema ferroviario
Pérdidas del ecosistema ferroviario, que ahora se han sumado las empresas Ouigo e Iryo, han sido cifradas en 230 millones, razón por la que tampoco es viable la política de indemnizaciones que hasta ahora regía en Renfe.
Puente ha puesto sobre la mesa varios argumentarios para justificar las incidencias de Renfe. El primero, el incremento bestial de pasajeros y una infraestructura en transformación. Estamos compatibilizando un ecosistema vivo con obras que lo tensionan mucho, ha afirmado el ministro de Transportes, que ha reconocido que ahora el mayor problema es el modelo S106.
Incidencias en el sistema ferroviario madrileño, que tiene dos estaciones, Chamartín y Atocha, que están al límite de su capacidad. Ha recordado las obras de ampliación de 9.000 a 18.0000 metros cuadrados de vestíbulo que se están llevando a cabo.
Modelo S106
Ha subrayado que en los últimos días se han reducido las incidencias en los S106, pero ha insistido en el momento de transformación y mucha obra que está provocando y va a provocar molestias.
No era un modelo testado, se tomó la decisión en el año 2016, cuando era un prototipo. No era un modelo testado, se tomó la decisión y ha llegado 8 años después y está dando muchos problemas, ha reconocido, al tiempo que se ha comprometido a solucionarlo, pero sin que se le achaque a él ni a Renfe el problema.
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