Pensiones en el exilio: ¿Es factible recibir la pensión de incapacidad en un país extranjero?

Pensiones en el exilio: ¿Es factible recibir la pensión de incapacidad en un país extranjero?

La incapacidad es un tema que preocupa a muchos individuos, especialmente a aquellos que han decidido vivir en el extranjero. Un aspecto fundamental en este sentido es la pensión de incapacidad, que puede ser un tema de gran importancia para aquellas personas que se encuentran en esta situación. Sin embargo, surge una pregunta fundamental: ¿Es posible recibir la pensión de incapacidad en un país extranjero? En este artículo, exploraremos las opciones y requisitos para obtener esta prestación en el extranjero, y analizaremos los acuerdos internacionales que permiten a los ciudadanos disfrutar de este derecho en otros países.

Pensiones en el exilio: ¿Es factible cobrar la pensión de incapacidad en un país extranjero?

Las pensiones de incapacidad e invalidez que reconoce la Seguridad Social en España están pensadas para suplir la pérdida de ingresos cuando una enfermedad o accidente te impide trabajar o desarrollar la profesión que tenías hasta ese momento.

Este tipo de pensiones pueden ser contributivas y no contributivas y para acceder a ellas hay que cumplir ciertos requisitos, como haber sufrido un accidente laboral o alguna enfermedad que de acceso a este tipo de ayuda. Además, hay que diferenciar entre incapacidad permanente y absoluta, así como incapacidad parcial, total, absoluta y gran incapacidad. Cada una de ellas tiene sus propias características que afectan incluso al cálculo de la pensión por incapacidad y a los requisitos generales para poder cobrarlas.

¿Qué pasa con ellas si decides marcharte al extranjero? Esta es una pregunta habitual para quienes buscan un nuevo comienzo tras este tipo de revés profesional.

¿Se puede cobrar la pensión de incapacidad en el extranjero?

La respuesta corta es sí. Es posible percibir este tipo de pensión fuera de España. Dicho de otro modo, si cobras una pensión por incapacidad total y te quieres mudar al extranjero, podrás hacerlo sin problemas.

Esto no funciona para todas las pensiones e incluye algunos cambios importantes para las prestaciones que sí se pueden percibir fuera del país.

¿Qué pensiones de incapacidad no se pueden llevar al extranjero?

Hay dos tipos de ayudas que se pierden al irse a vivir fuera de España:

• Las pensiones no contributivas, que incluyen las pensiones no contributivas de invalidez.
• Los subsidios, aunque existe una excepción en el caso del paro si te trasladas fuera del país para buscar empleo o formarte durante un período inferior a 12 meses. En ese caso, la prestación se suspenderá durante ese tiempo y se extinguirá definitivamente si estás más de 12 meses fuera.

En el caso de las pensiones no contributivas, su carácter asistencial hace que solo estén disponibles para los residentes en España. Y es que, este tipo pensiones no contributivas benefician a personas con recursos limitadas.

Cómo afecta a la pensión mudarte fuera del país

Cobrar la pensión por invalidez en el extranjero es posible, aunque con ciertos matices. Mudarte fuera del país puede afectar a la cuantía de la pensión por dos vías.

La primera es la pérdida del complemento a mínimos de la pensión de incapacidad. Este complemento a mínimos es un dinero que se puede pedir cuando la cuantía de la prestación no alcanza el mínimo fijado por el Gobierno.

La pensión mínima por invalidez depende del tipo y grado. Las cuantías son las siguientes:

Cuando la pensión resultante no alcanza esas cantidades, la Seguridad Social suma el complemento a mínimos, siempre que se cumplan una serie de requisitos, como no tener rentas superiores a 8.942 euros. Ese complemento a mínimos se pierde al vivir en el extranjero porque solo aplica a las personas residentes en España. En consecuencia, los pensionistas por incapacidad que lo percibiesen, tendrán una pensión menor fuera del país.

La segunda afecta a los pensionistas con una incapacidad total cualificada por no estar trabajando y más de 55 años. En estos casos, la pensión es de un 75% de la base reguladora frente al 55% ordinario. Al marcharse al extranjero, se pierde ese 20% y se parará a cobrar solo el 55% de la base reguladora.

La otra consecuencia de vivir fuera de España es que normalmente habrá que viajar al país para revisar la incapacidad. Y es que, estas revisiones se realizan normalmente en España.