La comunidad pesquera de Cádiz se encuentra en estado de alerta roja debido a la invasión masiva de una especie de alga asiática que está paralizando la actividad pesquera en la zona. Esta situación ha generado una gran inestabilidad económica en el sector, ya que muchos pescadores se han visto obligados a dejar de trabajar temporalmente. La presencia de esta alga exótica está afectando directamente la producción pesquera, lo que a su vez está impactando en la economía local. En este contexto, los pescadores de Cádiz están reclamando medidas urgentes para solucionar este problema y encontrar una salida a esta crisis.
La invasión del alga asiática paraliza la pesca en Cádiz: Pescadores sin trabajo ni futuro
Los pescadores de Cádiz se encuentran en un estado de desesperación debido a la invasión de algas asiáticas que llegó a la zona en 2015. La presencia masiva de esta especie invasora, conocida como Ruguleptrix Okamurae, ha transformado el hábitat marino y les impide faenar de manera rentable.
Cuando levantan la red, solo sacan algas. Los pescadores de la zona de Conil, Barbate y Algeciras denuncian que el alga asiática invasora se ha extendido por todo el fondo marino y les impide capturar pescado. Volver a puerto con toneladas de algas en las redes, sin apenas pescado, se ha convertido en un drama habitual para los pescadores.
Alerta roja en Cádiz: El alga asiática devora la pesca y deja a los pescadores en estado de desesperación
El patrón del pesquero Alba Marina de Conil de la Frontera, Javier Arriola, explica que esto es un desastre, es trabajar para nada. Es un problema que nadie sabe solucionar. Tras faenar toda la noche, vuelve a puerto con unas cuatro toneladas de este alga en sus redes. Se nos podría haber hundido hasta el barco, lamenta.
Solo en la lonja de Conil han dejado de ganar millón y medio de euros al año. Los pescadores quieren poder subsistir y piden una cuota para el atún, con la que podrían compensar los devastadores efectos de la Ruguleptrix Okamurae.
La presidenta de la Sociedad Española de Ficología y profesora de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de Málaga, María Altamirano, explica que está en un estado muy activo, puede que cuando empiecen a bajar las temperaturas se suavice. Sin embargo, la hipótesis más probable es que el alga viajó al Estrecho de Gibraltar en las aguas de lastre de algún mercante procedente de Asia.
La presencia masiva del alga ha transformado el hábitat para especies que han tenido que desplazarse para sobrevivir. El pez sable es un ejemplo. Si durante muchos años se capturaban entre 175 y 200 toneladas anuales en la zona de Conil, en lo que va de año se han cogido 149 kilos.
El sector pesquero ya ha trasladado a Bruselas información sobre el problema, mientras reclama coordinación a las administraciones central, autonómica y municipal para afrontar la batalla. La situación es crítica y urge encontrar una solución para salvar la pesca en Cádiz.
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