La polémica en torno a OpenAI, la empresa detrás del revolucionario modelo de lenguaje ChatGPT, sigue en ascenso. Un popular youtuber ha denunciado que sus contenidos fueron utilizados sin su consentimiento para entrenar al modelo de lenguaje, lo que ha generado un gran debate en la comunidad en línea. Esta denuncia ha generado un gran revuelo, ya que plantea cuestiones éticas y legales sobre el uso de contenidos de terceros para entrenar inteligencias artificiales. La falta de transparencia y consentimiento en la recopilación y uso de datos es un tema delicado que debe ser abordado con urgencia. En este sentido, la comunidad está pendiente de la respuesta de OpenAI y de las medidas que tomará para proteger los derechos de los creadores de contenidos.
OpenAI en el ojo del huracán: Youtuber denuncia que sus contenidos fueron utilizados para entrenar ChatGPT sin consentimiento
La empresa de inteligencia artificial OpenAI se enfrenta a una nueva polémica después de que el youtuber David Millette presentara una demanda colectiva contra la compañía, acusándola de utilizar contenidos de YouTube sin permiso para entrenar a su modelo de lenguaje ChatGPT.
La denuncia de David Millette alega que OpenAI entrenó sus modelos de IA generativa con millones de transcripciones de vídeos de YouTube sin notificar ni compensar a los propietarios de los vídeos. Según la denuncia, al recopilar estos datos, OpenAI se benefició significativamente del trabajo de los creadores, al mismo tiempo que violaba la ley de derechos de autor y los términos de servicio de YouTube que prohíben el uso de vídeos para aplicaciones independientes de su servicio.
En la denuncia, se puede leer que a medida que los productos de IA [de OpenAI] se vuelven más sofisticados mediante el uso de conjuntos de datos de entrenamiento, se vuelven más valiosos para los usuarios potenciales y actuales. Sin embargo, gran parte del material de los conjuntos de datos de entrenamiento de OpenAI proviene de trabajos que fueron copiados por OpenAI sin consentimiento, sin crédito y sin compensación.
La situación vuelve a repetirse
A principios de abril, un rumor revelaba que OpenAI utilizó los vídeos de YouTube para entrenar a Sora, una herramienta de IA generativa que crea vídeos realistas a partir de una descripción de texto. Además, a mediados del mismo mes mencionado, el diario The New York Times aseguró que OpenAI también había utilizado más de un millón de horas de vídeo para entrenar a Whisper, su inteligencia artificial que convierte audio en texto, con el objetivo de usar sus transcripciones para hacer lo propio con GPT-4.
La reacción de YouTube no se ha hecho esperar, ya que la plataforma de vídeos ha dejado claro que no quiere que OpenAI use sus vídeos para entrenar a Sora. Esta situación vuelve a repetirse, ya que OpenAI se enfrenta actualmente a una demanda presentada por el magnate Elon Musk, en la que está acusada de desarrollar una inteligencia artificial general (AGI) por razones económicas y no para el beneficio de la humanidad.
En cuanto a la demanda de David Millette, el youtuber busca un juicio con jurado y más de 5 millones de dólares en daños para todos los usuarios y creadores de YouTube, cuyos datos podrían haber sido utilizados en el entrenamiento de OpenAI. La situación es grave para la empresa de Sam Altman, que se enfrenta a una creciente presión por su forma de actuar en cuanto al uso de contenidos de terceros.
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