- Sólo el 37% de las aguas europeas están en buen estado: la sequía y la contaminación de los acuíferos, un grave problema en España
- La UE enfrenta un grave problema: solo el 37% de sus aguas están en buen estado
- La contaminación y la sequía ponen en peligro el futuro de las aguas europeas
- La situación en España
- La contaminación química y la degradación del hábitat
- La situación de las aguas subterráneas
- La sequía y el cambio climático
- Conclusión y recomendaciones
Sólo el 37% de las aguas europeas están en buen estado: la sequía y la contaminación de los acuíferos, un grave problema en España
Según un informe reciente, sólo el 37% de las aguas europeas se encuentran en buen estado, lo que supone un grave problema para la salud del medio ambiente y la población. La sequía y la contaminación de los acuíferos son los principales motivos de esta situación, que afecta especialmente a España. En nuestro país, la falta de agua y la degradación de los acuíferos ponen en riesgo la seguridad hídrica y el desarrollo sostenible. Es necesario abordar este problema de manera urgente y adoptar medidas para proteger y conservar nuestros recursos hídricos.
La UE enfrenta un grave problema: solo el 37% de sus aguas están en buen estado
Un informe publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) advierte de que solo el 37% de las masas de agua superficiales de Europa se encuentra en un estado ecológico bueno o alto, y únicamente el 29% cuenta con un estado químico bueno.
La contaminación y la sequía ponen en peligro el futuro de las aguas europeas
El informe, titulado Estado de las aguas europeas 2024: la necesidad de mejorar la resiliencia, alerta de que, al ritmo actual de degradación, Europa no cumplirá con los objetivos fijados por la Directiva Marco del Agua de la UE para alcanzar el buen estado de las aguas, cuyo plazo termina en 2027.
La agricultura es el sector económico que más agua consume (59%), y la importante presión a la que están sometidos los recursos hídricos europeos supone un serio desafío para la seguridad actual y futura de la población.
La situación en España
En clave nacional, el informe recoge que la cuenta española del Guadiana es una de las más afectadas del país por la sequía y la contaminación por químicos. Junto a ella, la demarcación hidrográfica del Segura, la del Duero, la del Tinto, Odiel y Piedras y las cuencas internas catalanas son las que peor estado ecológico presentan de España.
Respecto a la contaminación química en los acuíferos, la demarcación del Guadiana y la del Tinto, Odiel y Piedras son las peor paradas, seguidas de la de Guadalete-Barbate, las cuencas mediterráneas andaluzas y las internas catalanas.
La contaminación química y la degradación del hábitat
El informe advierte de que la contaminación química y la degradación del hábitat están ejerciendo la mayor presión que nunca sobre los lagos, ríos, aguas costeras y aguas subterráneas europeas.
La proporción de aguas superficiales que no logran alcanzar un buen estado ecológico es desigual en toda Europa, siendo más frecuente en Europa central y occidental, incluidas Alemania y los Países Bajos.
La situación de las aguas subterráneas
Las aguas subterráneas van mejor que las superficiales. El 77% presenta un buen estado químico (un porcentaje ligeramente mejor que en 2015) y, en términos de suministro, el 91% se encuentra en buen estado cuantitativo.
Sin embargo, persisten los problemas en términos de contaminación por pesticidas y nutrientes. El agua subterránea es una fuente clave de nuestra agua potable y es necesaria para el medio ambiente, la agricultura y la industria, resaltan los especialistas.
La sequía y el cambio climático
El cambio climático inducido por la acción de la humanidad está agudizando los periodos de sequía y esta causa interrupciones y cambios en los sistemas de abastecimiento que derivan en daños medioambientales y económicos.
Tras el verano de 2022, el más caluroso desde que hay registros, la sequía afectó al 15% del territorio europeo y causó unas pérdidas económicas de unos 40.000 millones de euros.
Conclusión y recomendaciones
La AEMA insta a los países miembro a reducir el uso de agua y mejorar la eficiencia hídrica, medidas claves para abordar el estrés hídrico.
Como ejemplo, la organización propone reducir las fugas, aumentar la reutilización del agua, su tarificación para reducir el consumo, mejorar la gestión o implementar sistemas actualizados de información sobre la cantidad y la calidad de los recursos existentes.
Esperamos que esta noticia te haya parecido interesante y útil. Si necesitas más información, no dudes en preguntar.
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