La soledad es un tema que sigue siendo un tabú en nuestra sociedad, incluso cuando se trata de personas que han sufrido un daño cerebral adquirido. Según un estudio reciente, solo el 7% de los allegados a una persona con este tipo de lesión se quedan junto a ella, lo que conduce a una sensación de abandono y aislamiento en el afectado. Esta estadística es alarmante, ya que la red de apoyo es fundamental para la recuperación de quien ha sufrido un daño cerebral. La pregunta que surge es ¿por qué se produce este abandono y cómo podemos cambiar esta tendencia?
- La soledad, un compañero inevitable para las familias de personas con daño cerebral adquirido
- Solo el 7% de allegados se quedan junto a la persona con daño cerebral adquirido
- La familia debe asumir la parte sanitaria, social y económica de cuidar a un familiar con daño cerebral adquirido
- La Federación Española de Daño Cerebral Adquirido lucha por la dignidad y resiliencia de las familias afectadas
La soledad, un compañero inevitable para las familias de personas con daño cerebral adquirido
La familia de una persona con daño cerebral adquirido debe asumir la parte sanitaria, social y económica del cuidado de su ser querido. Sin embargo, solo un 7% de las personas más allegadas se quedan junto a la persona afectada, según la Federación Española de Daño Cerebral Adquirido (Fedace).
Solo el 7% de allegados se quedan junto a la persona con daño cerebral adquirido
La presidenta de Fedace, Ana Cabellos, destacó que solo un 7% de las familias y amigos más cercanos a la persona afectada por un daño cerebral adquirido (DCA) se queda a su lado porque esta enfermedad es una situación muy dura. No todo el mundo puede o quiere estar al frente de estos cuidados.
Cuando una persona con una lesión cerebral regresa a su casa, todo cambia en el entorno familiar porque ese afectado ya no es el mismo. La familia debe asumir, además, la parte sanitaria, la social y la económica del cuidado de su ser querido.
La Federación Española de Daño Cerebral Adquirido lucha por la dignidad y resiliencia de las familias afectadas
Fedace lucha por la dignidad y resiliencia de las familias afectadas por el daño cerebral adquirido. La organización ofrece apoyo y acompañamiento a las familias que cuidan a un ser querido con DCA.
En este sentido, la trabajadora social de Neurología en el Hospital Clínico de Valladolid, Verónica Olmedo, indicó que cuando una persona ingresa por un DCA se siente desamparada porque se encuentra ante unas secuelas imprevisibles que provocan un cambio funcional, social, laboral y familiar. Por ello planteamos el plan de acompañamiento social.
Además, la organización ofrece un programa de apoyo llamado Respiro Familiar, que cuenta con tres modalidades: respiro de emergencia, respiro individual y respiro grupal. Este programa ayuda a las familias con personas con DCA a conciliar y disfrutar de su vida social, laboral y familiar.
La presidenta de Fedace, Ana Cabellos, concluyó que estamos logrando que la vida de las personas con daño cerebral sea cada vez más digna.
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