En un contexto en el que la sostenibilidad se ha convertido en un tema de gran relevancia, una noticia reciente ha generado gran preocupación entre los expertos y la sociedad en general. Según un reciente estudio, las subidas de precios en productos básicos como los alimentos y tecnologías consideradas ecológicas, como los coches eléctricos, están frenando el cambio hacia hábitos sostenibles en la mayoría de la sociedad. De hecho, tres de cada cuatro personas se ven afectadas por los costos elevados de estos productos, lo que está generando un obstáculo importante para la adopción de prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Esta situación es especialmente preocupante, ya que la adopción de hábitos sostenibles es clave para mitigar el impacto del cambio climático y garantizar un futuro más seguro para las generaciones futuras.
Precios elevados frenan el cambio hacia hábitos sostenibles en la mayoría de la sociedad
La amplia mayoría de los españoles es consciente del cambio climático y de sus efectos, sin embargo, los precios más caros de los productos y servicios sostenibles están frenando el cambio hacia hábitos más ecológicos.
Según una encuesta realizada por la Fundación Axa en colaboración con Sigma Dos, el 78% de los españoles afirma que el precio de productos de los ámbitos de la alimentación, la movilidad o el turismo afecta a la adopción de hábitos de consumo sostenible.
La inflación y la dificultad para cambiar de coche
La inflación y la dificultad para cambiar de coche a uno eléctrico son algunos de los obstáculos que enfrentan los ciudadanos a la hora de tomar medidas individuales para reducir su huella de carbono. La inflación está relacionada con el coste de medidas relacionadas con el turismo y la alimentación. Está influyendo la inflación, ha apuntado Josep Alfonso Cano, director general de la Fundación Axa.
Una mayoría consciente pero con barreras para actuar
Aunque el 82,1% de la población cree que el cambio climático se ha agravado en los últimos años, solo una minoría está dispuesta a tomar medidas en ámbitos cotidianos como la movilidad, la alimentación y el turismo.
La concienciación es mayor entre la población con más nivel de estudios y también entre quienes tienen menos renta, lo que puede incidir en que menos de una cuarta parte esté dispuesto a tomar medidas para reducir su huella de carbono.
Además, el estudio señala que el 9,3% persiste en negar el cambio climático, lo que supone un obstáculo para la adopción de hábitos más sostenibles.
La resistencia en la movilidad
La resistencia en la movilidad viene por el alto coste de renovar el parque automovilístico, según Cano. Ser sostenible es más caro y ese es uno de los retos a los que se enfrentan a la hora de tomar medidas individuales.
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