Talón de hierro sobre el corazón: las razas de perro más marginadas y abandonadas que requieren una hogar en los refugios de animales

Talón de hierro sobre el corazón: las razas de perro más marginadas y abandonadas que requieren una hogar en los refugios de animales

En un sombrio panorama donde la crueldad y el abandono hacia los animales siguen siendo una realidad dolorosa, existen razas de perros que están especialmente vulnerables y marginadas. En los refugios de animales, se encuentran cientos de caninos que esperan con ansiedad la oportunidad de encontrar un hogar amoroso y seguro. Sin embargo, algunas razas están más olvidadas y abandonadas que otras, víctimas de la indiferencia y la falta de conciencia de la sociedad. En este artículo, nos adentramos en la triste realidad de las razas de perros más marginadas y abandonadas, y exploramos las razones detrás de su olvido y abandono.

Perros marginados: las razas de perros más abandonadas y olvidadas que necesitan un hogar

La realidad de los perros como animal de compañía en España no es precisamente bonita. Según el último estudio de la Fundación Affinity, más de 170.000 perros fueron abandonados durante el 2023, cifras que se mantienen más o menos estables en los últimos años pero que, desgraciadamente, no disminuyen.

Pero no es una cuestión única de cifras. El estudio también revelaba que hay ciertas características que provocan que un perro se mantenga en un refugio de animales tras ser abandonado, como su tamaño, su edad o que padezca alguna enfermedad.

Los perros invisibles

Estos son los conocidos como perros invisibles, animales que no llaman la atención de los posibles adoptantes y que pueden llegar a pasar toda su vida en el chenil de una protectora. ¿Sabías que hay unas razas concretas que pertenecen a este grupo de perros y que podríamos decir que son las menos deseadas?

Las razas de perros más marginadas

Si tenemos que destacar algunas razas que parecen generar rechazo entre la población, éstas, sin duda, son las consideradas potencialmente peligrosas. El Pit bull terrier o el American staffordshire terrier, por ejemplo, forman parte de este listado de razas potencialmente peligrosas que muchas protectoras califican de injusto.

Estas razas han sido estigmatizadas debido a su asociación con peleas de perros y ataques a personas, lo que ha creado la falsa idea de que se trata de perros peligrosos y agresivos, algo que llevan años intentando desmentir y demostrar desde las asociaciones de bienestar y protección animal.

La realidad es que, estas razas de perros consideradas potencialmente peligrosas, sí que pueden ser peligrosas si no proporcionamos los cuidados necesarios al animal y no cubrimos sus necesidades básicas, solo por una cuestión de anatomía, pero igual que ocurre con otras razas que no están incluidas en este listado (como el Pastor alemán, por ejemplo).

No obstante, no podemos olvidarnos de que hay individuos de estas razas que son perros cariñosos, leales, excelentes compañeros y también magníficos miembros de la familia, al igual que cualquier otro can.

Las razas de perros grandes

Algo parecido ocurre con las razas de perros grandes como los Mastines o los Dogos, que también abundan en los refugios de animales de nuestro país. Su tamaño imponente a menudo es un factor disuasorio para muchas familias, especialmente para aquellas que viven en apartamentos o tienen espacio limitado.

Además, estas razas a menudo tienen mayores necesidades de ejercicio y alimentación, lo que puede tener también un gasto económico mayor; así como problemas de salud específicos de la raza, como la famosa displasia de cadera (que asustan a muchos tutores).

La importancia de la responsabilidad en la adopción

En cualquier caso, no debemos olvidarnos nunca de que cada perro es un individuo único y que, pertenezca o no a una raza concreta y tenga una predisposición genética específica, no quiere decir que ya vaya a comportarse de una forma u otra.

Tenemos que ser responsables con las adopciones, cuidar de ellos como se merecen, cubriendo todas sus necesidades y, siempre que sea necesario, acudiendo a un experto veterinario o del comportamiento canino para tratar cualquier duda o problema que pueda surgir.

Si cuidamos de la salud mental de nuestros compañeros de cuatro patas, da igual qué perro tengamos, vamos a ganar un amigo, un compañero y un miembro de la familia más.

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