Técnicas efectivas para sobrevivir y florecer como progenitor único
En la actualidad, cada vez más personas se enfrentan al desafío de criar a sus hijos en solitario, ya sea por divorcio, viudez o cualquier otra circunstancia. Sin embargo, esta situación no tiene por qué ser un obstáculo para fomentar el crecimiento y la felicidad de los niños. En este artículo, exploraremos las técnicas efectivas y estrategias prácticas que pueden ayudar a los progenitores únicos a superar los desafíos y a encontrar un equilibrio saludable en su vida personal y familiar. Desde la gestión del estrés y la organización del tiempo hasta la creación de una red de apoyo y la búsqueda de recursos, descubrirás los consejos y trucos necesarios para florecer como progenitor único.
Cómo sobrevivir y florecer como progenitor único: estrategias financieras y consejos prácticos
El desafío de criar a hijos solos en España
Criar a uno o varios hijos en una familia monoparental en España puede llegar a ser todo un desafío, ya que implica tener que soportar con un único sueldo los gastos de todos los miembros. Sin embargo, disponer de un presupuesto limitado no quiere decir que haya que privarse de todo, sino que con un buen control de gastos y siguiendo una serie de recomendaciones, se podrá gestionar las finanzas adecuadamente.
La importancia de elaborar un presupuesto mensual
Es imprescindible que toda familia (y persona individual) elabore un presupuesto mensual, ya que este es clave para poder establecer límites de gasto y poder tener un mayor control acerca de las finanzas. A través del mismo es posible conocer los ingresos y todos los gastos, pues se deben ir apuntando todas las partidas para, a final de mes, poder tener una visión clara de en qué se gasta el dinero.
Así, poco a poco se podrán tomar decisiones de relevancia con respecto a los gastos prescindibles y en aquellos en los que puede haber ajustes para reducir los desembolsos, algo mucho más importante cuando la economía familiar es ajustada.
Incrementar ingresos y reducir deudas
Antes de elaborar el presupuesto, conviene comprobar si tienes otras formas de incrementar tus ingresos, consultando para ello las diferentes prestaciones disponibles. A menudo existe la posibilidad de solicitar algunas de ellas que podrían ayudarte a llegar mejor a final de mes.
Asimismo, convendría tratar de saldar las posibles deudas que se tengan lo antes posible para poder disfrutar de una mejor situación financiera.
Elaborar el presupuesto
Una vez hechas estas comprobaciones previas, convendrá comenzar a elaborar el presupuesto, empezando por hacer una lista con todos los gastos mensuales, donde habrá que categorizarlos en función de si son gastos esenciales (hipoteca o alquiler, cuidado de niños, alimentación, suministros…), gastos de ocio (cine, ir a comer fuera…) y los gastos puntuales (conviene tener un fondo para emergencias).
A continuación, habrá que desglosar el presupuesto, siendo aconsejable aplicar la regla de 50/30/20 para ahorrar, mediante la cual un 50% de los ingresos irá a parar a cubrir las necesidades básicas, un 30% para los gastos prescindibles y el 20% restante al ahorro.
Ahorro y reducción de gastos
Para una familia monoparental ahorrar puede parecer casi imposible, pero con solo hacer unos retoques puede lograrse, existiendo distintos aspectos en los que es habitual que se pueda evitar despilfarrar dinero, como en servicios y suministros (prescindiendo de algunos y buscando tarifas más económicas en otros), transporte (buscando formas de moverte más asequibles y sostenibles como el transporte público o la bicicleta), compras (evitando gastar más de la cuenta y acudir al supermercado con la lista de la compra hecha) o entretenimiento (buscando actividades gratuitas o de bajo coste para disfrutar en familia).
Pedir ayuda en caso de necesidad
Si a pesar de todo lo anterior, te encuentras a gastos inesperados que afectan a tu economía como familia monoparental, sería conveniente pedir ayuda, ya sea en familiares o amigos o acudiendo a las diferentes instituciones financieras, donde podría llegar a lograrse, por ejemplo, una reducción en las cuotas mensuales de un préstamo.
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