El aumento sostenido de los precios de los alimentos sigue siendo un tema de gran preocupación para los consumidores. Según los últimos datos, la inflación de los alimentos ha alcanzado un nuevo récord, situándose en un 4,7% en abril. Esta cifra supone un aumento significativo respecto a los meses anteriores y desplaza precios en el sector alimentario, afectando directamente a la economía familiar de los hogares. La tendencia al alza de los precios de los alimentos básicos, como frutas, verduras, carne y pescado, está provocando un aumento en la presión económica sobre las familias, especialmente en aquellos hogares con ingresos más bajos. En este contexto, es fundamental analizar las causas y consecuencias de esta tendencia para encontrar soluciones efectivas que beneficien a todos.
Inflación de alimentos en alza: 4,7% en abril, según el INE
Los precios continúan en ascenso en España. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación repuntó en abril, alcanzando una tasa interanual del 3,3%. Esta cifra supone un aumento de una décima con respecto al 3,2% registrado en marzo.
Entre los factores que han contribuido a este aumento se encuentra el repunte en el precio de los alimentos, que se encarecieron un 4,7% más que hace un año en este mismo mes. La inflación de estos productos básicos ha moderado su ritmo en los últimos tiempos, pero sigue siendo una de las principales causas del aumento de la inflación.
Otro de los responsables del repunte de la inflación en abril es el precio del gas, que se ha encarecido, frente a la bajada registrada un año antes. También los carburantes han hecho mella en el bolsillo de los consumidores en el último mes.
Por otro lado, la electricidad sigue abaratándose, aunque menos que en el mismo período del año pasado. Sin embargo, al descontar el precio de la energía y los alimentos no elaborados por su alta volatilidad, se observa que la inflación subyacente continuó en abril en la senda de la moderación, alcanzando una tasa interanual del 2,9%, su marca más baja desde principios de 2022.
A pesar de este buen comportamiento del indicador subyacente, la inflación se mantiene todavía lejos del objetivo del 2% al que el Banco Central Europeo (BCE) pretende devolver los precios. La institución presidida por Christine Lagarde permanece atenta a la evolución de este indicador en el conjunto de la eurozona para definir el rumbo de la política monetaria.
Por el momento, los tipos de interés se mantienen en máximos históricos en el entorno del 4,5%, aunque todo apunta a que la primera bajada llegará en junio. El propio vicepresidente de la autoridad monetaria, Luis de Guindos, aseguró recientemente que el recorte del mes que viene en el precio oficial del dinero es un hecho consumado, si bien matizó que todavía es pronto para dar por ganada la batalla contra la inflación.
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