- Tendencia alarmante: la adicción a las redes sociales en adolescentes crece en Europa, pero España mantiene una tasa más baja que la media
- La adicción a las redes sociales crece en adolescentes: ¿qué está pasando en España?
- El uso problemático de las redes sociales: ¡un problema global que afecta a los jóvenes!
- Adolescentes españoles: ¿menos adictos a las redes sociales que la media europea?
- La Organización Mundial de la Salud alerta sobre el creciente uso problemático de las redes sociales en adolescentes
- Consecuencias del uso problemático de las redes sociales
- Recomendaciones de la OMS
- Aspectos positivos
Una inquietante tendencia se ha detectado en Europa, donde la adicción a las redes sociales entre los adolescentes está en constante aumento. Según un informe reciente, la mayoría de los países europeos están experimentando un crecimiento exponencial en la adicción a plataformas como Instagram, Facebook y Twitter entre los jóvenes. Sin embargo, España se mantiene por debajo de la media europea, lo que sugiere que las políticas y estrategias implementadas en el país podrían estar teniendo un impacto positivo en la reducción de este problema. En este artículo, analizaremos las causas y consecuencias de esta tendencia alarmante y exploraremos las razones detrás de la excepción española.
Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que el porcentaje de adolescentes que hacen un uso problemático de las redes sociales ha registrado un fuerte aumento, pasando del 7% en 2018 al 11% en 2022.
El informe, que define el uso problemático de las redes sociales como un patrón de comportamiento caracterizado por síntomas similares a los de la adicción, también recoge que el 32% de los adolescentes son considerados usuarios intensivos, el 44% son usuarios activos y el 12% se conecta una vez a la semana o menos.
En clave nacional, los adolescentes españoles se sitúan entre los de menor porcentaje (un 9%) en comparación con otros países de la parte alta de la lista como Rumania (22%), Malta (18%) o Bulgaria (17%).
En el caso de España, el 27% de los participantes resultó ser usuario intensivo; el 46%, activo y el 18%, no activo (una vez a la semana o menos).
Entre sus principales conclusiones también se encuentran que las niñas presentan mayores niveles de uso problemático de las redes sociales que los niños (un 13% frente a un 9%), mientras que ellos tienen mayor riesgo de presentar comportamientos problemáticos frente a los videojuegos que ellas (un 16% frente a un 7%).
La edad a la que más problemas surgen jugando a videojuegos es a los 11 años. Un tercio de los adolescentes (el 36%) afirmó tener contacto online con sus amigos de forma constante.
Además, un 34% de los jóvenes participantes dijeron que jugaban a diario a videojuegos, e incluso un 22% lo hacía al menos durante cuatro horas.
La doctora Claudia Marino, una de las autoras del informe, ha valorado que las diferencias de género en los patrones de juego son sorprendentes. Los niños no solo muestran tasas más altas de juego diario, sino que también son más propensos a desarrollar hábitos de juego problemáticos.
El informe también observó que el uso problemático de las redes sociales es más común entre los jóvenes de 13 años y que apenas varió entre los grupos socioeconómicos, pero que los adolescentes con un nivel socioeconómico más bajo fueron los que menos usaban las redes sociales.
Los datos relativos a 2017-18 mostraron una prevalencia menor de jugadores no problemáticos (61% frente al 68% en 2022) pero también de los que corren riesgo de serlo (10% frente al 12%).
Esta tendencia, de continuar, podría tener consecuencias de gran alcance para el desarrollo de los adolescentes y sus resultados sanitarios a largo plazo, advierten los investigadores en una nota de prensa.
Recomendaciones de la OMS
Está claro que las redes sociales pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas para la salud y el bienestar de los adolescentes, ha señalado el doctor Hans Henri P. Kluge, director de la OMS para Europa.
Por eso es tan importante la educación en alfabetización digital. Sin embargo, sigue siendo insuficiente en muchos países y, cuando está disponible, a menudo no se adapta al ritmo de los jóvenes y de la rápida evolución de la tecnología.
Está claro que necesitamos una acción inmediata y sostenida para ayudar a los adolescentes a cambiar el rumbo del uso potencialmente dañino de las redes sociales, que se ha demostrado que conduce a la depresión, el acoso, la ansiedad y el bajo rendimiento académico, ha agregado.
Aspectos positivos
Con todo, la OMS señala que un uso correcto de las redes sociales puede ser de gran ayuda para los adolescentes, que pueden encontrar compañeros y amigos con los que compartir intereses.
Los beneficios [de las redes sociales] son simplemente hacer amigos, poder comunicarse muy rápidamente. Puedes formar conexiones y también encontrar comunidades de personas que disfrutan de las mismas cosas. Puedes aprender más cosas y también descubrir más pasiones que puedas tener, según el testimonio de una participante canadiense recogido en el informe.
Otro chico, de Reino Unido, añade: No creo que debamos utilizar menos las redes sociales porque pueden ser algo bueno. Creo que es más importante hacer que las redes sociales sean mejores y más seguras y enseñar a las personas cómo usarlas de forma segura y cuidarse.
En este sentido, la OMS considera que existe una necesidad urgente de fortalecer las medidas de acceso y regulación [de las redes sociales] para los jóvenes, al tiempo que insta a los países a desarrollar políticas que promuevan un estilo de vida saludable.
Los adolescentes necesitan saber cómo equilibrar sus actividades online con sus actividades fuera de internet. Reforzar los servicios de salud mental, promover el diálogo abierto y formar a familias y educadores en la alfabetización digital son otras de las recomendaciones dadas por OMS-Europa.
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