Tendencias y Consecuencias: qué impacto podrían tener en el sector energético los resultados de las elecciones de 2024

Tendencias y Consecuencias: qué impacto podrían tener en el sector energético los resultados de las elecciones de 2024

En un escenario político cada vez más cambiante, las elecciones de 2024 se perfilan como un punto de inflexión crucial para el sector energético. Las decisiones políticas que se tomen en este proceso electoral tendrán un impacto significativo en la forma en que se abordan los desafíos energéticos actuales y futuros. Desde la transición energética hasta la seguridad energética, los resultados de estas elecciones podrían influir en la dirección que tome la política energética en los próximos años. En este artículo, analizará las tendencias y consecuencias potenciales de los resultados electorales en el sector energético, y explorará las implicaciones para los actores clave y la sociedad en general.

Elecciones: ¿Qué impacto tendrán en el sector energético?

La energía y el cambio climático han sido temas clave en las papeletas de votación en todo el mundo este año. A continuación, se presenta un resumen de lo que se puede esperar en infraestructura, energía y renovables en cinco países.

La energía y el cambio climático en la papeleta de votación

La industria siderúrgica, uno de los sectores más intensivos en consumo energético, se verá afectada por las decisiones políticas en materia de energía y cambio climático.

Tendencias y consecuencias: el futuro del sector energético

A continuación, se presentan los posibles cambios en el sector energético en cinco países clave:

Reino Unido

El Partido Laborista de Keir Starmer ha puesto fin a 14 años de gobierno conservador en el Reino Unido. El nuevo gobierno quiere actuar rápidamente para lograr una red eléctrica libre de carbono para 2030, un objetivo que la industria dice que será difícil de alcanzar. Para lograr esto, el Partido Laborista planea:

• Desbloquear el desarrollo de la energía eólica terrestre
• Establecer una empresa energética de propiedad pública, Great British Energy, que actuaría como un organismo de inversión para las energías renovables

Los ganadores serán los desarrolladores de energías renovables, ya que el partido busca reformar el sistema de planificación del Reino Unido, que ha permitido que la influencia local retrase proyectos en el pasado. Sin embargo, el Partido Laborista tendrá poco dinero para apoyar tales esfuerzos después de recortar el gasto anual en su plan verde.

Las compañías petroleras y de gas sufrirán si el Partido Laborista cumple su promesa de poner fin a las nuevas licencias de exploración y extender un impuesto sobre beneficios extraordinarios a estas empresas.

Francia

Francia se dirige a un período prolongado de estancamiento después de que una elección legislativa anticipada no dejara una mayoría clara. El partido centrista del presidente Emmanuel Macron quedó por detrás de una coalición de izquierda, mientras que el partido nacionalista de extrema derecha de Marine Le Pen tuvo un desempeño peor de lo esperado pero aún así ganó terreno.

Un Parlamento dividido corre el riesgo de retrasar indefinidamente las grandes decisiones de inversión en energía. Estas decisiones incluyen el plan de Macron para comenzar la construcción de al menos seis reactores nucleares, junto con plantas solares y eólicas.

A corto plazo, los hogares podrían beneficiarse, ya que la falta de una mayoría parlamentaria clara puede favorecer medidas para apoyar el poder adquisitivo de los consumidores, que se han visto fuertemente afectados por los altos costos de la energía.

Un estancamiento más prolongado podría socavar los proyectos de transición energética que requieren importantes subsidios gubernamentales, como la producción de baterías para vehículos eléctricos y combustibles sintéticos, así como los planes de descarbonización para los productores de acero y fertilizantes.

Sudáfrica

Frustrados por los cortes de energía récord, los votantes en mayo infligieron al Congreso Nacional Africano su primera derrota electoral desde que Nelson Mandela llegó al poder hace 30 años. Esta pérdida obligó al partido a formar un gobierno de coalición con grupos de oposición y dividió la responsabilidad sobre las carteras energéticas clave.

La transición energética podría desbloquearse. Bajo la administración anterior, el Ministro de Recursos Minerales y Energía, Gwede Mantashe, celebraba la industria del carbón, planteaba teorías conspirativas sobre grupos ambientalistas y retrasaba programas para construir más estaciones solares y eólicas.

Los ganadores serán los desarrolladores privados, incluyendo Électricité de France, Enel y Scatec, que deberían poder seguir construyendo proyectos comerciales e industriales que entregan energía limpia a precios que superan la energía de carbón de Eskom, de propiedad estatal.

Los perdedores serán muchos sudafricanos que no pueden permitirse sus propios paneles solares en el techo y deben depender de la electricidad de Eskom Holdings SOC Ltd. La empresa de servicios públicos regularmente instituye aumentos de tarifas por encima de la inflación.

México

En junio, la coalición de Claudia Sheinbaum, una científica del clima con un doctorado en ingeniería energética, casi obtuvo una supermayoría en el congreso y fortaleció aún más el dominio del partido Morena en la política mexicana.

Sheinbaum ha propuesto gastar 3.6 mil millones en nuevos proyectos energéticos, incluyendo plantas de energía eólica, solar y de gas natural. Los inversores son optimistas de que será pragmática al abrir la puerta a la muy necesaria inversión privada.

La empresa de servicios públicos estatal Comisión Federal de Electricidad seguirá teniendo ventaja en atraer inversiones en energías renovables, ya que Sheinbaum limita la participación del sector privado en la generación de energía al 46%.

Los contratistas privados seguirán enfrentando retrasos en los pagos de la empresa petrolera estatal Petróleos Mexicanos, la compañía petrolera más endeudada del mundo.

Estados Unidos

Las elecciones presidenciales del 5 de noviembre serán una cita entre dos visiones económicas radicalmente diferentes. También dictará qué partido controla el Congreso.

Una victoria de Donald Trump, especialmente junto con ganancias republicanas en el Congreso, impulsaría un esfuerzo para limitar muchos incentivos fiscales que están ayudando a impulsar las ventas de vehículos eléctricos y nuevas empresas para capturar dióxido de carbono, generar energía renovable y fabricar tecnología de energía limpia.

Los ganadores serán los intereses del petróleo y el gas, quienes prosperarán bajo Trump, quien ha prometido desarrollar el oro líquido que está justo debajo de nuestros pies, eliminar barreras a la producción y ofrecer más tierra federal para la perforación.

Una victoria demócrata beneficiaría a las energías renovables y otras tecnologías de bajas emisiones. Se espera que la Vicepresidenta Kamala Harris, la presunta nominada demócrata a finales de julio, siga en gran medida el liderazgo del Presidente Joe Biden en energía y cambio climático.

Trump no ha ocultado su animosidad hacia los vehículos eléctricos y la energía eólica marina. Quiere deshacerse de las políticas de la era Biden que apoyan las ventas de vehículos eléctricos y ha señalado que estrangularía las aprobaciones de nuevas turbinas en el mar.

Un demócrata se basaría en regulaciones que perjudican a los combustibles fósiles, incluso a través de nuevas restricciones estrictas sobre la contaminación de las centrales eléctricas de gas. Harris tiene un historial de enfrentamientos con las compañías petroleras y de ponerse del lado de las comunidades perjudicadas por el daño ambiental, lo que sugiere que podría ser más dura con la industria.