Tensión fiscal en España: más del 30% de los salarios se destinan a pagos de hipoteca en cinco regiones, advierte el Banco de España

Tensión fiscal en España: más del 30% de los salarios se destinan a pagos de hipoteca en cinco regiones, advierte el Banco de España

En un informe reciente, el Banco de España ha advertido sobre una situación de tensión fiscal en España, revelando que en cinco regiones del país, más del 30% de los salarios se destinan a pagos de hipoteca. Esta situación puede generar presión sobre la economía y la estabilidad financiera de los hogares. Según el informe, esta carga fiscal excesiva puede afectar la capacidad de ahorro y consumo de las familias, lo que a su vez puede influir en el crecimiento económico del país. Es importante analizar esta información y evaluar las consecuencias que puede tener en la economía española.

La hipoteca se come un 54,4% del salario en Baleares, la región más afectada en España

En agosto, el Euríbor ha marcado un descenso récord desde febrero de 2009, lo que supondrá un alivio notable para los hogares que revisen su hipoteca con ese dato. Sin embargo, los indicadores de accesibilidad arrojan una ligera mejora en el último trimestre, aunque con diferencias notables entre comunidades autónomas y algunas evidencias llamativas.

Según las cifras del Colegio de Registradores, en cinco regiones los hipotecados tienen que destinar más del 30% de su salario al pago de la cuota mensual, incumpliendo la recomendación del Banco de España. Baleares es, con diferencia, la región donde el préstamo hipotecario se come un mayor porcentaje del salario, un 54,4% de media entre abril y junio.

La crisis de la vivienda en España

Las islas se han convertido en el exponente más feroz de la crisis de la vivienda en España, con un mercado constreñido por el turismo y la inversión y una oferta incapaz de hacer frente al aumento de la demanda residencial. Baleares es, de hecho, la comunidad con el precio medio más elevado en el segundo trimestre, de 3.534 euros por metro cuadrado.

Tras Baleares, y con las tasas de esfuerzo más elevadas, se las anotan la Comunidad de Madrid (38,8%), Canarias (33,7%), Andalucía (33,6%) y Cataluña (33,3%), que se colocan también por encima de la línea roja que marca el Banco de España. Todas se encuentran entre las regiones que registran los precios de la vivienda más altos o entre las que más los han visto elevarse en el segundo trimestre.

La tensión fiscal en España

La situación podría mejorar a futuro, aunque no con la intensidad que cabría esperar. Llama la atención que, pese a la perspectiva de rebaja de los tipos de interés -junto a la consecuente reducción del Euríbor y la esperable mejora de la oferta de préstamos por parte de las entidades-, los propios Registradores adviertan de que los indicadores de accesibilidad apuntan únicamente a cierta estabilidad o ligera mejora.

El motivo es que no contemplan cambios significativos en otros factores que también son clave. Así, consideran que el tirón de la demanda dificulta que los precios vayan a estabilizarse o a descender ligeramente en el corto plazo. La actividad se mostrará dinámica por el incremento de la población, por el buen comportamiento del empleo y por el avance de la economía, que hasta la fecha ha superado las expectativas.

La actividad inmobiliaria se mueve a trompicones

Hasta el cierre del primer semestre, la actividad inmobiliaria ha ido moviéndose a trompicones. Las compraventas de viviendas cayeron en junio por segundo mes consecutivo, aunque moderaron bastante su retroceso. Este fue del 6,1% en relación a junio de hace un año frente al 21,5% que se desplomaron en mayo, por lo que el total de operaciones fue de 50.099.

La firma de hipotecas descendió, aunque menos, debido a que un porcentaje importante de las compras se cierran al contado. Los préstamos constituidos sobre viviendas retrocedieron un 5,5% en junio en términos interanuales hasta sumar 31.526 créditos hipotecarios.

Si se toma como referencia el semestre en conjunto, entre enero y junio se vendieron un total de 299.223 viviendas en España, nivel que implica un frenazo en relación con el récord de los ejercicios posteriores a la Covid, pero que implica un mayor dinamismo si la comparación se hace con el período posterior al estallido de la ‘burbuja’ inmobiliaria.

La proyección para el futuro

De cara al segundo semestre, los expertos confían en que el turismo impulse un aumento de la demanda extranjera e inversora, menos dependiente de los costes de financiación y menos afectada por la subida de precios, impulsando las operaciones.

Según el 'Observatorio Inmobiliario' del mes de agosto de BBVA Research, el año que viene las familias españolas necesitarán dedicar de media un 28% de su renta a la compra de una vivienda. La proyección se producirá en un contexto en el que los precios de la vivienda seguirán subiendo por el citado problema de oferta y por la presión de la demanda, y en el que las rentas salariales mejorarán, aunque de forma algo más modesta.