- Títular: Gran disparidad en la atención social en España: servicios domiciliarios en zonas rurales y desfavorecidas siguen en atraso
- Desigualdad en la atención social: servicios domiciliarios en zonas rurales y desfavorecidas siguen atrasados
- Grandes diferencias autonómicas
- Desarrollo de los servicios sociales domiciliarios
- Más inversión necesaria
En España, la atención social se enfrenta a una gran disparidad en la calidad y accesibilidad de los servicios, especialmente en lo que respecta a la atención domiciliaria en zonas rurales y desfavorecidas. A pesar de los esfuerzos realizados por garantizar la igualdad de oportunidades en todo el país, existen notables diferencias en la disponibilidad y calidad de los servicios sociales en función de la zona geográfica y la situación socioeconómica. Esta situación ha llevado a una desigualdad flagrante en la atención social, lo que afecta directamente a la calidad de vida de las personas que viven en estas áreas.
El último informe de la Asociación de Directoras y Gerentes en centros de servicios sociales, presentado este jueves, muestra que los servicios sociales del País Vasco, Navarra y Castilla y León obtienen las mejores calificaciones en el Índice de Desarrollo de los Servicios Sociales 2022 (Índice DEC). Sin embargo, el informe también destaca la gran disparidad en la atención social en España, con servicios sociales en zonas rurales y desfavorecidas que necesitan más inversión.
Según el informe, el sistema de protección social en España está ampliamente consolidado como el cuarto pilar del Estado del bienestar, a pesar de los recortes inmisericordes durante la crisis. Sin embargo, la Asociación reivindica que el gasto en esta materia llegue al menos al 2% del PIB.
Grandes diferencias autonómicas
El Índice DEC muestra grandes diferencias entre territorios en cuanto a la atención social. Por ejemplo, el gasto por habitante en servicios sociales en el País Vasco es de 961,9 euros, mientras que en Murcia es de 366,8 euros, un 72,6% menos. También se destaca que el porcentaje del PIB regional destinado a servicios sociales en Extremadura es del 2,96%, casi tres veces más que en Murcia, que es del 1,02%.
Estas diferencias de gasto se traducen en desigualdades en prestaciones y servicios. Por ejemplo, el número de habitantes por profesional en los servicios sociales comunitarios de Canarias es ocho veces superior al de Navarra. También se destaca que la proporción de plazas residenciales públicas para personas mayores de 70 años es 4,7 veces superior en Castilla y León que en Valencia.
El Índice DEC subraya el escaso desarrollo en la última década de los servicios sociales domiciliarios, como la ayuda a domicilio y la teleasistencia. Los autores del informe concluyen que será necesario un importante compromiso económico para avanzar en los objetivos de desinstitucionalización anunciados por el Ministerio de Derechos Sociales.
La cobertura del servicio de Ayuda a Domicilio apenas ha variado desde 2010 y su intensidad es también muy baja, con una media de 20,2 horas mensuales. La cobertura de los centros de día muestra una escasa o nula evolución, ya que desde 2010 se mantiene en un 0,7% de las personas mayores de 65 años y un 0,96% de los mayores de 70 años.
La teleasistencia es el único servicio que muestra una cierta evolución en esos 12 años, ya que la tienen el 10,2% de los mayores de 65 años y el 14,1% de los mayores de 70 años.
Más inversión necesaria
Según el informe, el gasto de las administraciones públicas en servicios sociales creció un 10,7% en 2022. También aumentó el porcentaje del presupuesto destinado a servicios sociales, del 9,27% en 2021 al 10,24% en 2022. Sin embargo, creció menos que la economía y en consecuencia el porcentaje del PIB que supone este gasto se redujo, por segundo año consecutivo, hasta el 1,81%.
La Asociación de Directoras y Gerentes en centros de servicios sociales destaca la necesidad de una mayor inversión en servicios sociales para avanzar en la atención social en España.
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