En un mundo literario donde la presión comercial y la opinión pública pueden influir en la creatividad de los autores, Juan Manuel de Prada se mantiene firme en su compromiso con la literatura de calidad. En una reciente entrevista, el reconocido escritor español dejó claro que no hará concesiones en sus novelas, priorizando la integridad artística por encima de la búsqueda de éxito comercial. Esta declaración de principios no solo refleja la convicción del autor en su estilo literario, sino que también puede ser vista como un llamado a la reflexión sobre el papel del escritor en la sociedad actual.
Juan Manuel de Prada: Sin concesiones en sus novelas
El escritor Juan Manuel de Prada nos recibe en La Casa de Los Mercaderes de Sevilla, rodeado de una biblioteca que parece haber sido sacada de una película de época. De Prada (Baracaldo, Vizcaya; 1970) está de promoción de su última entrega literaria, Mil ojos que esconde la noche, una novela de 1.600 páginas dividida en dos tomos y cuya primera parte se titula La ciudad sin luz.
En esta obra, De Prada retoma como protagonista a Fernando Navales, el falangista que ya utilizó como narrador en su novela Las máscaras del héroe. En esta ocasión, se traslada del Madrid de los años 30 al París ocupado por los nazis para retratar las miserias de un resentido que engatusa a los artistas exiliados para que colaboren con la España de Franco.
El escritor de 'Mil ojos que esconde la noche' rechaza el éxito comercial
De Prada no escribe para vender, sino para la eternidad. No me interesa la fama, sino la posteridad, afirma. Yo no escribo pensando en lo que le interesa a las editoriales ni en lo que vende. Lo hago escribiendo libros que me justifiquen ante los siglos venideros, escribiendo libros ambiciosos en los que doy lo mejor de mí mismo.
De Prada: 'No escribo para vender, sino para la eternidad'
El autor de Mil ojos que esconde la noche critica la literatura infantil y los esquematismos maniqueos que conducen a la fanatización de la gente. La vida no tiene nada que ver con estos relatos. En una misma persona pueden convivir la vileza con el heroísmo, la grandeza con la miseria.
De Prada se considera un letraherido, con una vocación literaria absoluta y monacal. Mi vocación literaria no es de caballo, es de elefante. He dado todo lo que puedo dar, lo mejor de mí mismo, afirma.
Juan Manuel de Prada: 'No escribo para vender, sino para la eternidad'
El escritor también defiende la importancia de leer grandes novelas y clásicos universales. Necesitamos seguir leyendo gran literatura. Hay que leer a los grandes, a Virgilio, a Homero, a Cicerón, a los grandes clásicos universales, y recuperar el valor de la literatura y de la escritura literaria.
De Prada escribe a mano y sin conexión a internet porque le permite estar más concentrado en la escritura. Escribo a mano y sin conexión a internet porque me permite estar más concentrado en la escritura. Es una escritura morosa. Al escribir más lento, la cantidad de ideas que fluyen del cerebro a la mano cuando escribo son mayores.
Deja una respuesta