En un mercado global cada vez más competitivo, es sorprendente descubrir que un producto español se ha convertido en una auténtica commodity en Suecia. Un artículo que, hasta hace unos años, se consideraba algo común y corriente en nuestro país, ahora se vende a un precio astronómico en el mercado sueco. Los consumidores escandinavos están dispuestos a pagar una pequeña fortuna por adquirir este producto, lo que ha generado un auténtico fenómeno de consumo en el país nórdico. ¿Cuál es el secreto detrás de este éxito comercial? ¿Qué hace que este producto español sea tan codiciado en Suecia? En las siguientes líneas, descubriremos los detalles detrás de esta sorprendente historia de éxito.
La comida sueca: ¡Vais a flipar al ver el precio que cobran los suecos por productos como queso manchego y jamón!
Si hay algo que echa de menos un español cuando sale del país es la comida y eso es justo lo que le pasó al influencer Lluc Campins, un español que estando de Erasmus en Suecia le ha tocado racionarse productos como el queso o el jamón debido al precio astronómico al que se encuentra en los supermercados del país nórdico.
Esta es la compra en un supermercado de Suecia: vais a flipar con lo caro que es, comenzaba contando el joven a través de un video en TikTok en el que aseguraba que la comida allí es absolutamente carísima y que no hay nada como España.
Después, el chico enseñaba lo que había comprado en su última visita a un supermercado sueco y el dinero que se había gastado. Una mini cuña de queso manchego, de 166 gramos, que son tres rodajas, cuesta 7,20 euros; un pescado congelado 23 euros o una cajita de moras vale 5,23 euros.
Y si estás exquisito y te quieres comer algo más apetitoso, más carillo, y dices va: hoy me voy a gastar 10 o 15 euros en un buen entrecot, contaba Lluc Campins, quien afirmaba haberse gastado 47,87 euros en un entrecot de 240 gramos. 50 euros esta cosilla que me lo como de un bocado, se quejaba.
Otros productos como el aceite también destacan por su coste, el joven enseñaba una botella de aceite por 5,66 euros. Una bandeja de carne picada cuesta nueve euros y un paquete de granola siete. Aunque para el español, ningún producto puede asemejarse a los paquetes de jamón que le había traído su suegra, que además de estar riquísimos, le habían salido gratis al ser un regalo.
Esto aquí es una reliquia. Está tremendo. ¡Gracias Olga! concluía el influencer mientras enseñaba a la cámara varios paquetes de jamón serrano envasado al vacío.
Es evidente que la comida en Suecia es mucho más cara que en España, lo que hace que los productos que nos son tan cotidianos en nuestro país sean un lujo en este país nórdico.
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