Título de la noticia: La validez del tratado de 1297: la interpretación jurídica detrás del reclamo silencioso de Portugal sobre el pueblo fronterizo

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Título de la noticia: La validez del tratado de 1297: la interpretación jurídica detrás del reclamo silencioso de Portugal sobre el pueblo fronterizo de Olivenza

En el marco de la disputa territorial entre España y Portugal, un tema que ha generado gran interés y debate es el tratado de 1297, que ha sido objeto de análisis jurídico y interpretación en cuanto a su validez y consecuencias en la actualidad. En este sentido, Portugal ha realizado un reclamo silencioso sobre el pueblo fronterizo de Olivenza, lo que ha generado una gran expectación en cuanto a las implicaciones que esto puede tener en la relación entre ambos países. A continuación, se analizará la interpretación jurídica detrás de este reclamo y se examinarán las razones que respaldan la validez del tratado de 1297.

La frontera silenciosa: Portugal reclama Olivenza sin reconocer la soberanía española

El ministro de Defensa de Portugal, Nuno Melo, declaró hace unos días que Olivenza es portuguesa, naturalmente, lo que ha sacado a la luz una histórica y aún abierta controversia entre España y Portugal sobre la frontera terrestre que separa a ambos países.

El actual territorio de Olivenza, culturalmente mixto y separado de Portugal por el río Guadiana, estuvo bajo soberanía lusa durante más de cinco siglos hasta que España lo conquistó en 1801, cuando las tropas hispánicas y napoleónicas ganaron la llamada guerra de las Naranjas.

El tratado de Badajoz: la clave para entender la disputa

El tratado de Badajoz: la clave para entender la disputa

La contienda finalizó con la firma del Tratado de Badajoz, que en su artículo 3 rezó: [España] conservará en calidad de conquista la plaza de Olivenza, su territorio y pueblos desde el Guadiana; de suerte que este río sea el límite de sus respectivos Reinos. Este acuerdo es la semilla del actual conflicto limítrofe, pues es el único texto donde Portugal reconoce que Olivenza pertenece a España.

El Estado luso se ha negado a reconocer desde entonces que este territorio sea español. Expertos en Derecho Internacional e Historia coinciden en que la actual frontera es un espacio pendiente de delimitación y que Portugal reclama Olivenza con suma pasividad, y explican la realidad jurídica que descansa tras la posesión española de la localidad.

La validez del tratado de Badajoz: ¿qué dice la ley sobre la soberanía de Olivenza?

Carlos Fernández de Liesa, autor de La Cuestión de Olivenza y catedrático de Derecho Internacional Público por la Universidad Carlos III de Madrid, explica que Portugal trata de debilitar el fundamento jurídico del Tratado de Badajoz argumentando, primero, que se pactó en un contexto de uso de la fuerza. Sin embargo, incide en que la cesión era conforme al derecho de aquella época y apela al principio jurídico tempus regit actum -el tiempo rige el derecho-.

El título jurídico de soberanía de 1801 es un fundamento jurídico sólido. El tratado es válido, sentencia Fernández. El doctor recuerda que, al margen de las libres interpretaciones sobre si este statu quo es justo o no, casi todas las fronteras europeas mundiales resultan de guerras.

Una cuestión de soberanía

Portugal no solo ha criticado esta razón de base jurídica, también ha señalado otras muchas razones para dejar sin efecto el Tratado de Badajoz. La baza principal: el Acta Final del Congreso de Viena de 1815, un documento firmado entre las principales potencias europeas que en su artículo 105 reclama que España y Portugal inviertan sus esfuerzos más eficaces a fin de procurar la retrocesión a favor de Portugal.

La devolución de Olivenza parecía inminente, facilitada además por el matrimonio entre el Rey de Portugal Juan VI y la hermana de Fernando VII, Carlota Joaquina, pero justamente desembarcó en Europa una información que lo cambió todo: Portugal había invadido en el continente americano la Banda Oriental (actual Uruguay), perteneciente a España.

Una reclamación pasiva

Los portugueses continuaron reclamando la devolución en algunas ocasiones hasta mediados del siglo XIX, pero desde entonces, la petición ha sido muy pasiva, no se ha formalizado y se ha limitado a oponerse al reconocimiento en sucesivos acuerdos de límites.

Luis Alfonso Limpo Píriz, bibliotecario e historiador local de Olivenza, coincide con Fernández en que la actitud pasiva portuguesa es relevante para el derecho internacional. Pedir, reclamar, protestar o no hacerlo tiene relevancia para el derecho internacional.

Un veto portugués

El bibliotecario de la localidad denuncia que Olivenza no puede aspirar a determinados reconocimientos a razón de un veto portugués. Limpo pone de ejemplo que la ciudad aspira a ser Patrimonio de la Humanidad por la riqueza arquitectónica fronteriza que comparte con otros municipios lusos, pero critica que hay un exclusión de Portugal hacia el término pacense sobre este asunto.

Una solución difícil

El reconocimiento de la frontera entre España y Portugal lleva dos siglos sin consenso y la cuestión de Olivenza presenta ramificaciones jurídicas, políticas, sociales y académicas. Los movimientos irredentistas añoran que Olivenza sea Olivença y buscan el retorno a la soberanía portuguesa.

Frente a ellos, la población del pueblo ha pasado por una transición hacia la 'españolización' que lo convierte en español de facto, más allá de la reivindicación lusa. ¿Existe una solución que satisfaga a ambos lados?

Limpo señala que la única solución es un debate académico entre historiadores y juristas de Portugal y España para atacar la raíz de lo que es un mito, una ficción, un falso problema. Yo la única solución que veo es que se debata, porque en España siempre se ha considerado un tabú esta cuestión, que se debata con historiadores portugueses de buena, con objetivos imparciales, que es como se tiene que hacer la historia, zanja.

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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