La peritonitis infecciosa felina es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a una gran cantidad de gatos domésticos. De acuerdo a estudios recientes, un alarmante 25 al 40% de los gatos domésticos están infectados con este padecimiento. Esta enfermedad es causada por un virus que se transmite a través del contacto con heces o saliva de gatos infectados. La peritonitis infecciosa felina puede provocar síntomas como fiebre, pérdida de apetito, debilidad y dolor abdominal. Es fundamental que los dueños de gatos estén al tanto de esta enfermedad y tomen medidas para prevenirla, ya que puede ser mortal si no se trata oportunamente.
La peligrosa realidad de la peritonitis infecciosa felina: ¿Cuántos gatos están en peligro?
Las enfermedades e infecciones que padecemos las personas también pueden afectar a nuestros animales de compañía, aunque los síntomas suelen ser ligeramente diferentes. Un ejemplo de ello es la peritonitis infecciosa felina, una enfermedad mortal causada por un coronavirus felino.
Según el Grupo de especialistas en medicina felina España-AVEPA, la peritonitis infecciosa felina es una enfermedad mortal de los gatos causada por un coronavirus felino. La infección por coronavirus felino es muy frecuente en los gatos, y aunque en la mayoría de los casos no provoca más problemas que una diarrea leve autolimitante, en raras ocasiones el virus muta en el interior de un gato infectado y produce la enfermedad llamada peritonitis infecciosa felina (PIF).
La alarma sanitaria: ¿Un 40% de los gatos domésticos están infectados?
Los especialistas en medicina felina explican que el virus es ubicuo por lo que es muy común que un gato se infecte en lugares donde conviven varios animales. Se estima que entre el 25 y el 40 por ciento de los gatos domésticos caseros están infectados, y este porcentaje sube hasta más del 80 por ciento en gatos que viven en grupos numerosos en casas, albergues o criaderos.
La transmisión del virus sigue la ruta oro-fecal, es decir, el coronavirus se elimina por las heces al medio ambiente y los gatos se infectan al ingerirlo cuando se acicalan o cuando comen. Aunque la mayor parte de gatos infectados excretan el virus durante un período de tiempo variable y luego dejan de hacerlo, un gato que ya está infectado puede volverse a infectar a partir de las heces de otro gato y volver a excretar virus.
La verdad sobre la peritonitis infecciosa felina: ¿Qué puedes hacer para proteger a tus mascotas?
Aunque el coronavirus es el causante del PIF, estar infectado con coronavirus no implica que el gato vaya a desarrollar la enfermedad. La mutación viral es lo que provoca la enfermedad, y varios factores parecen influir en la mutación, como la respuesta inmune inadecuada unida a otros factores de estrés como el realojo, la cirugía de neutralización, la vacunación o la presencia de enfermedades concurrentes.
Los síntomas del PIF son inespecíficos y muy vagos, como letargia y pérdida de apetito. La enfermedad suele progresar de forma rápida y el desenlace es fatal. Aunque hay un tratamiento para mitigar los síntomas, no hay cura para esta enfermedad.
La mejor forma de proteger a tus mascotas es minimizar la posibilidad de contagio y mutación de este coronavirus a través de una adecuada limpieza e higiene, cepillados regulares y controles de salud. Aunque existe una vacuna, su eficacia se desconoce y no es especialmente efectiva.
Es importante estar informados sobre esta enfermedad para mantener el bienestar de nuestros compañeros felinos y evitar que la patología vaya a peor y cause más daño a nuestros gatos.
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