Tres hábitos sorprendentes que mejoran la salud de tu piel sin necesidad de cosméticos

Tres hábitos sorprendentes que mejoran la salud de tu piel sin necesidad de cosméticos

La salud de la piel es un tema que preocupa a muchas personas, ya que una piel sana y luminosa es sinónimo de bienestar y confianza en uno mismo. Sin embargo, muchas veces se cree que para lograr una piel hermosa es necesario invertir en productos cosméticos caros y tratamientos agresivos. Sin embargo, existen hábitos sencillos y naturales que pueden marcar una gran diferencia en la apariencia y salud de tu piel, sin necesidad de gastar una fortuna. A continuación, te presentamos tres sorprendentes hábitos que te ayudarán a mejorar la salud de tu piel de manera efectiva y sin necesidad de cosméticos.

Tres hábitos sorprendentes que mejoran la salud de tu piel sin necesidad de cosméticos

La piel es el espejo de los cuidados que le profesamos, y que pueden llegar en forma de aplicación de mil y una cremas, pero también de hábitos saludables que hacen que esta se muestre radiante y joven. Así pues, el estilo de vida tiene consecuencias directamente proporcionales sobre nuestro aspecto. Si nos cuidamos, la piel lo agradecerá; si nuestros hábitos son agresivos, la piel va a quejarse.

Descansa bien: el sueño nocturno es fundamental para una piel saludable

Durante las horas de sueño, el cuerpo está inmerso en un estado de reparación general que puede tener (y de hecho, lo tiene) un efecto directo sobre la apariencia de la piel. Cuando tiene lugar esa renovación celular, el organismo produce más colágeno, proteína responsable de una piel firme y suave.

De la misma manera, es por la noche cuando nuestro cuerpo produce una hormona denominada melatonina, que se conoce por sus propiedades anti-envejecimiento. Además, un descanso nocturno correcto, con las horas suficientes, contribuye a eliminar el estrés del día, tan nocivo con la segregación de cortisol, gran enemigo de la piel.

La dieta es clave: la alimentación puede mejorar o empeorar tu piel

En torno al 70 por ciento del estado de nuestra piel es responsabilidad del cuidado interno que le damos, así como de la alimentación. Planificar una dieta saludable, a base de frutas y verduras hidratantes, de alimentos antioxidantes y antiinflamatorios, de ácidos grasos saludables… y pobre en azúcares añadidos y grasas saturadas es la mejor opción para que también la piel se muestre agradecida.

La luna influye en tu piel: conoce cómo sus fases afectan tu cutis

Las fases de la luna tienen mucho que ver con las fases de renovación celular de la piel. La piel tarda en regenerarse unos 28 días. A este ciclo es a lo que denominamos renovación celular.

En circunstancias normales, los queratinocitos jóvenes (la célula más presente en la epidermis) nacen en la parte inferior de la epidermis, y a lo largo de estos 28 días, van ascendiendo hacia capas superiores. A partir de un cierto punto, se van aplanando y pierden el núcleo. Es entonces cuando pasan a formar el estrato córneo, que es la capa más superficial de la piel que tiene la función de protegernos.

Cambia la funda de la almohada: un hábito simple para una piel más saludable

La funda de la almohada debe cambiarse cada dos o tres días para evitar la acumulación de bacterias que afecten a la piel. La funda de la almohada es el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Al estar apoyados en ella por la noche, se depositan células muertas, gérmenes y hasta residuos cosméticos, más aún si no nos hemos limpiado bien el rostro”.

Ante estas aplastantes afirmaciones, parece clara la necesidad de cambiar la funda de la almohada cada dos o tres días para esquivar a esas bacterias y la posibilidad de un proceso inflamatorio en nuestra piel.