Tres palabras sobre la ingratitud de los verdugos de Diego Trelles Paz (Anagrama, 2024) - Segunda parte

Tres palabras sobre la ingratitud de los verdugos de Diego Trelles Paz (Anagrama, 2024) - Segunda parte

En el marco de la literatura peruana contemporánea, Diego Trelles Paz se ha consolidado como uno de los escritores más destacados de su generación. Su obra, caracterizada por la riqueza lingüística y la profundidad temática, ha sido objeto de análisis y reflexión en el ámbito académico y literario. En su última obra, Tres palabras sobre la ingratitud de los verdugos, publicada por Anagrama en 2024, Trelles Paz nos presenta una reflexión profunda sobre la ingratitud y la condición humana. En esta segunda parte, continuaremos explorando los temas y motivos que se entrelazan en esta obra maestra de la literatura peruana.

La lealtad de los caníbales: la segunda parte de la obra de Diego Trelles Paz

La intranquilidad de los verdugos

Otra vez el Alianza de Lima, otra vez el Maestro Gálvez, otra vez Zenaida y Tyson. Y Simón Bolívar. La segunda parte de La lealtad de los caníbales de Diego Trelles Paz, editado por Anagrama, 2024.

Y volver al miedo, la violencia, el grupo de policías, en uno y otro lado de línea. NO hay ley: 'Muchachos, hoy nos hacemos mierda'. Las canciones de George Michael en el aire, onomatopeyas como un doblaje malo. Contreras, Patiño, la muñeca brava (Natalia Oreiro antes de hacérselo con Ricardo Mollo), Bocanegra y su obesidad diabética. Él, Arroyo, se lo ha pedido, quieres que te siembre, qué quieres, no seas vaina, sé camarada.

Todos somos un poco intrusos

Todos somos un poco intrusos en las Pinturas Negras de Francisco de Goya. Un océano de distancia entre Lima y Zaragoza. Madrid, en la sala del Prado, temblando, Diego y yo, Trelles Paz y Gómez Milián. Con Manyona, con violencia. Hasta que llega la segunda parte, la colmena.

La descarga de literatura

Compro libros de Cela, de Umbral, de Arrabal, para romperlos, tirarlos en la playa desconocida, en la que está por llegar. El secuestro es alimento para novela negra, para todo lo oscuro del alma, para todo lo que nos hace peor o diferente. Una nueva parte de esta descarga de literatura de Diego Trelles Paz, donde nos ofrece la vertiente más salvaje del noir, con Susana, baba y helado, retrasados, el Flaco Perfumo, el símbolo universal del desorden.

Vuelve Arrabal

Vuelve Arrabal, vuelve en la semana de The Clash. Pensar en Joe Strummer, en Federico García Lorca, Granada, la única ciudad con nombre de bomba. Desde Lima a Granada. Me quedo o me voy, pensar en Guns of Bristol como himno para cualquier barrio. Para los barrios de Lima, el Raval, las cien mil viviendas. pronto llegará Héctor Lavoe (puesto de narcóticos) y las canciones de Virus.

Imágenes paganas

Federico Moura, muy enfermo, gritando por su hermano desaparecido. Imágenes paganas.

El correo, el mail

El correo, el mail, Carmen, Sylvia Infante. Diego, te lo digo, estoy atrapado como tú, en el final del pasillo de una novela que no se termina. Te hablaría de la construcción de los números reales. Nadie saldrá de aquí nunca. Polis y cacos, una frase de Paraíso, de Makoki. El enemigo público número uno. Te llaman Londres.

¿Quiénes son los caníbales?

¿Quiénes son los caníbales? ¿Qué plan es el de Miguelito? Simulacro de robos en el gran guiñol, basura de jueces, poder judicial, la CORRUPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN, COMO LA FUGA DE LA FUGA. El escritorio de un oficial de policía como la metáfora perfecta de Lima, capital Perú. Calendarios, anaqueles, montañas de informes, basura. Walter Arroyo Cárdenas, héroe de la patria. Diego Trelles Paz coloca un pósit sobre el Mártir de la lucha contra los subversivos de Perú.

Los caníbales vienen con hambre atrasada

Los caníbales vienen con hambre atrasada, así que es fácil encontrarse con Carmen leyendo a Martin Heidegger. Me encuentro superado, Diego, porque ya me ha pasado con Agustín Fernández Mallo y Rodrigo Fresán. Llegó Helmut, tan exótico como un extraterrestre. Pienso en el rojo: la sangre de los paraguayos tiñendo las aguas de los ríos con la magia rústica y maldita de Alfredo Stroessner y el vampiro Pinochet, como en la película de El conde de Pablo Larraín.

Helmut y Carmela Infante

Helmut y Carmela Infante, descubren que los noventa son, en Lima, una dictadura camuflada, con unas sombras perfectas, la de la presencia policial, estatal. Carmen lee a las nueve y lee a Heidegger. Estación Desamparados (busco en Zona de Obras, en aquel abecedario), busco la Plaza de las Armas y busco Cardano. Encuentro la frase: 'Las ratas, señora, líbrame de soñarlas'.

Si él se está yendo

Si él se está yendo, si se ha ido, en realidad está muerto. Miguelito, Bocanegra, jugando al Candy Crush, esperando el doble juego de la policía nacional del Perú. El Yonatan mira a la muerte barata y busca unas monedas en sus bolsillos, batata, con melena azabache, la música de Nemesio, busco en los cedés de Rubén y los Shapos, música chicha, Huyano, psicodelia, Los Saicos, demoler, demoler.

Gracias por tus mixtapes

Diego, Diego, gracias por tus mixtapes. Gracias por colocar a Fernando Arrabal grabando casetes, grabado CD-r con canciones. Los varios. Varios para mi padre, cuando me regaló su coche, encontré los discos que le grabé, cada verano, cada viaje que hicimos, el día de Reyes. Y tú, desde la ventana de la Unidad Vecinal, miras el horizonte, piensas en la película, en el libro, Alta Fidelidad, en John Cusack, grabando con cuidado, sacando el celofán de la TDK y recordar otra frase única: 'arte sutil en el que usas la poesía de otro para expresar tus sentimientos'.

Hablas de homenaje a Lennon

Hablas de homenaje a Lennon. Hablas de Imagine. Como una mascarada que imita el tiro. La sangre que explota sobre una pared. Un bloque de cuatro o cinco edificios anodinos (como los que habitan los fantasmas de Mariana Enríquez). Allí, el acantilado de San Miguel, donde Alimpio Ponce respira los restos de la costa Verde: «Lima cambia con violencia».

Bloques que son monoblocks, bloques que son fotocopias, de hecho, casi como un videojuego trucho, sin terminar. Perfumo, que no vivirá, porque nadie vive más allá de esta novela de Trelles Paz: dos hermanos. Kempes y Riquelme. Solamente uno de ellos tiene un mundial. Se trata de abandonar lentamente, de abandonar la vida fumando, pasta, crack, ceniza (dicen que el cenicero y la ceniza de Andrés Calamaro era por eso, te quiero igual), bazuco, paco. pensar que el sexo podría hacer menos mongo, pobre Miguelito, muerto antes de cachar.

Loca de minifalda, el padre devora a sus hijos, no tiene suelo, Nemesio, no pagaré ni unos mangos por mi zagal, Chucky prefiere a un hijo muerto que un hijo retrasado. Lennon tocaba el piano y la guitarra, Lennon es Alipio, es Manyoma, el que mejor se acomoda la peluca. Sangre, disparos, cabeza, sin piedad.