- Tribunal dicta sentencia histórica en favor de la custodia compartida de un perro y ordena una indemnización por daños morales
- Sentencia histórica: primera indemnización por daños morales en relación con un animal doméstico en España
- El vínculo emocional y la indemnización
- Un precedente legal y social
- Un paso hacia la regulación
Tribunal dicta sentencia histórica en favor de la custodia compartida de un perro y ordena una indemnización por daños morales
En un precedente judicial sin precedentes, un tribunal ha emitido una sentencia histórica que otorga la custodia compartida de un perro a sus dos dueños, tras una disputa que se prolongó durante varios años. Esta decisión pone fin a una batalla legal que comenzó cuando la pareja decidió separarse y no pudieron llegar a un acuerdo sobre la posesión del animal. Además de la custodia compartida, el tribunal también ordenó una indemnización por daños morales a favor de uno de los demandantes, quien sufrió un daño emocional significativo debido a la separación forzada de su mascota.
Sentencia histórica: primera indemnización por daños morales en relación con un animal doméstico en España
Marta ya cuenta los días para volver a ver a su perro Heman. Una sentencia obliga a su expareja a indemnizarla por impedir que viera a su mascota tras haber dejado la relación.
Una reciente sentencia en Madrid ha marcado un nuevo hito en la justicia española y los derechos de los animales al dictar la primera indemnización por daños morales relacionados con la tenencia de un animal doméstico.
El fallo se produjo tras la disputa por la custodia de un husky siberiano de 4 años entre una pareja que, tras terminar su relación, acordaron de forma verbal compartir el cuidado del animal de forma alterna. Sin embargo, uno de ellos rompió unilateralmente el acuerdo, reteniendo al perro durante 10 meses y negando el contacto a su excompañera.
El vínculo emocional y la indemnización
Para M.V., su husky representa mucho más que una simple mascota: es como un hijo. Esta conexión afectiva fue uno de los puntos más relevantes en la sentencia, que reconoció el dolor emocional y la incertidumbre que causaron los meses de separación.
La jueza determinó que este daño emocional no puede ser ignorado y que, a pesar de que el microchip del perro estaba registrado a nombre de la expareja, esto no justifica que se rompa el acuerdo verbal de custodia.
La sentencia también destacó que M.V. había convivido con el perro desde que era un cachorro, lo que claramente había profundizado el vínculo entre ambos y reforzaba su derecho a participar en su crianza.
Este caso crea una importante jurisprudencia, ya que es la primera vez que un tribunal español reconoce el derecho a una indemnización por daños morales en relación con un animal doméstico.
La abogada de M.V., Lola García, fundadora del despacho Derecho & Animales, destacó la importancia de esta resolución al subrayar que la cantidad económica es simbólica, pero lo que realmente marca la diferencia es el reconocimiento del tiempo perdido y del dolor causado.
Según García, este caso deja claro que no es aceptable retener a un animal como una forma de causar daño emocional a la otra persona.
Un paso hacia la regulación
En los últimos años, la cuestión de la custodia compartida de animales ha ganado terreno en los tribunales de varios países, incluido España.
Aunque las leyes españolas aún no tienen un marco completamente claro para estos casos, el reciente fallo, junto con otras resoluciones anteriores, están allanando el camino para una mayor regulación.
Abogados especializados en derecho animal, como la mencionada Lola García, han comenzado a utilizar el Convenio Europeo sobre Protección de animales de compañía para argumentar que los dueños son corresponsables y cocuidadores, lo que representa un avance hacia la descosificación de los animales.
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