En un giro inesperado, la acampada pro-palestina que se instaló en el centro de Valencia ha llegado a su fin. Sin embargo, los organizadores y participantes de esta iniciativa no se han quedado con los brazos cruzados. Lejos de eso, han prometido una respuesta política efectiva para dar continuidad a la lucha en favor de la causa palestina. A lo largo de varias semanas, la acampada logró concienciar a la sociedad valenciana sobre la situación de los palestinos y logró reunir a cientos de personas que se sumaron a la causa. Ahora, se avecina una nueva etapa de lucha que busca influir en la toma de decisiones políticas y lograr un cambio real en favor de la paz y la justicia en la región.
Acampada propalestina en la UV cierra sus instalaciones, pero promete una respuesta política efectiva
Después de 19 días de ocupación, la acampada propalestina en la Facultad de Filosofía de la Universitat de Valencia (UV) ha decidido levantar sus instalaciones, pero no antes de anunciar que ahora comienzan las verdaderas acciones políticas por Palestina.
En una rueda de prensa celebrada en la facultad ocupada, los representantes de la acampada denunciaron que estamos asistiendo a un genocidio y la UV es cómplice.
No podemos continuar como si no pasara nada, expresaron, recordando que forzaron al equipo del rectorado a acudir a la acampada para escuchar sus exigencias, que conocían desde hace dos semanas.
Los estudiantes consideran inaceptable la oferta de la UV, que consistió en una recomendación a docentes e investigadores, calificándola de únicamente simbólica y no implica un cambio de material.
El método de la UV es ilegítimo, aseguraron, acusando al rectorado de utilizar un método burocrático e institucional que aplaza sistemáticamente las exigencias para no afrontar la raíz del problema.
Los estudiantes se niegan rotundamente a negociar sus exigencias, afirmando que no necesitamos más retórica que limpia la imagen de la universidad ni tampoco simbolismo. En su lugar, exigen acciones inmediatas.
La acampada ha movilizado a centenares de personas y ha intentado entrar presencialmente en el rectorado en numerosas ocasiones, lo que finalmente llevó a la ocupación de la facultad y el cierre del funcionamiento de la institución.
Parece que a la UV no le es suficiente para adoptar verdaderas acciones, lamentaron, asegurando que van a seguir ejerciendo presión, no solo acampando y ocupando edificios de la institución sino presentándose cientos de personas ante el Rectorado, cortando carreteras y sin permiso de ninguna institución o fuerza de represión.
La lucha política por Palestina sigue adelante, y los estudiantes de la UV están decididos a hacer que su voz sea escuchada.
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