Tumba de lágrimas: La colina española más emblemática de la tragedia cinematográfica se transforma en un jardín de flores

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Tumba de lágrimas: La colina española más emblemática de la tragedia cinematográfica se transforma en un jardín de flores

En un giro inesperado, la colina española que dio título a la película Tumba de lágrimas, un clásico del cine español, ha sufrido una transformación radical. Este lugar, símbolo de la tragedia cinematográfica, ha pasado de ser un escenario de dolor y desolación a convertirse en un jardín de flores vistoso y colorido. La iniciativa, impulsada por un grupo de vecinos y amantes del cine, busca rendir homenaje a la película que tanto impacto tuvo en la sociedad española en su momento. La metamorfosis de este lugar emblemático ha generado un gran interés entre los amantes del cine y los turistas, que ya pueden disfrutar de este paraje renovado.

La colina de lágrimas: el Cementerio de Sad Hill se convierte en un impresionante jardín natural

El Cementerio de Sad Hill es una impresionante obra de arquitectura cinematográfica levantada en 1966 en un valle perdido lleno de naturaleza, el de Mirandilla, situado entre las localidades de Contreras y Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos. Aquí se rodó la mítica escena final de la película El bueno, el feo y el malo. Un duelo a tres o triello en un desolado cementerio circular donde el personaje interpretado por Clint Eastwood, el supuesto bueno, alias El Rubio, se bate con el malo, alias Sentencia (Lee Van Cleef) y el feo, alias Tuco (Eli Wallach) por ver quién se quedará con todo el botín, nada menos que un tesoro de 200.000 dólares escondido en una de las tumbas.

Gracias a una ejemplar restauración emprendida a partir de 2015 por la asociación cultural Sad Hill, lo que se pensó como decorado efímero se ha convertido en un importante atractivo turístico. Y la gran noticia: ¡se ha llenado de flores!

Las flores que adornan las tumbas

Las flores que adornan las tumbas

En verano, las agrestes soledades de Sad Hill se ven interrumpidas con la llegada de decenas de cinéfilos y curiosos que llegan todos los días al valle atraídos por tan singular escenario. Muchos deambulan entre las tumbas buscando los nombres, no de fallecidos, sino de mecenas que ayudaron a su restauración tras 49 años de abandono. Pero prácticamente ninguno se da cuenta de lo más increíble, cada túmulo se ha convertido en un florido parterre de pequeñas flores entre rosadas y moradas.

El ojo del naturalista las identifica fácilmente. Son brezos de la especie Erica vagans, una de las plantas más abundantes, vistosas y reconocibles de la provincia de Burgos; también de las más bellas por la persistencia cromática de su floración, de junio hasta septiembre-octubre. Es un arbusto que ocupa páramos y áreas deforestadas de robledales, carrascales o pinares, sin importarle demasiado el tipo de suelo. Y cuyas flores hacen las delicias de las abejas, a quienes debemos que con su néctar elaboren esa delicia que llamamos miel de brezo.

El cementerio levantado en el Valle de Mirandilla

El cementerio se construyó en el verano de 1966 según los diseños del escenógrafo Carlos Simi. Se tardó apenas tres días en levantarlo gracias al trabajo de 250 soldados del Ejército español que en ese año estaban haciendo la mili en Burgos. Una mano de obra barata que permitió hacer más de 5000 tumbas ordenadas según un panorámico sistema de círculos concéntricos y radios al estilo de un gigantesco mandala, rodeando una plazoleta central empedrada de treinta metros.

Los agrestes paisajes calizos de Peña Carazo y el valle de la Arlanza, salpicados de sabinas y sobrevolados por buitres leonados se convirtieron, gracias a la magia del cine de Sergio Leone, en escenarios naturales de Nuevo México y el Río Grande, en la zona de Santa Fe y Glorieta Pass. Es allí donde se sitúa la escena final de la película al ritmo trepidante de la banda sonora de Ennio Morricone, que instintivamente nos acompaña mientras paseamos por Sad Hill.

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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