Tus sudores nocturnos pueden ser más que solo insomnio o menopausia: descubre las otras enfermedades que pueden estar detrás
Los sudores nocturnos son un síntoma comúnmente asociado con el insomnio o la menopausia, pero lo que muchos no saben es que pueden ser un indicio de algo más grave. Detrás de este síntoma aparentemente inocuo se esconden enfermedades que pueden estar afectando tu salud de manera silenciosa. Desde problemas hormonales hasta enfermedades crónicas, es importante investigar las posibles causas de tus sudores nocturnos para descartar cualquier condición subyacente que requiera atención médica. En este artículo, te presentamos las enfermedades que pueden estar detrás de tus sudores nocturnos y te brindamos consejos para abordar este síntoma de manera efectiva.
¿Qué ocurre cuando tus sudores nocturnos no son solo insomnio o menopausia?
Las noches calurosas que los veranos de España nos regalan pueden producir que nos levantemos empapados en sudor, una situación concreta que no conviene confundir con los sudores nocturnos, que pueden estar causados por alguna enfermedad. Es importante estar pendiente de qué puede causarlos, para poder poner remedio cuanto antes y acudir a los profesionales pertinentes que nos ayuden a tratar las causas.
Estos sudores nocturnos no son siempre síntoma de una enfermedad, también pueden estar causados por cuestiones ajenas a la persona, pero en caso de que sean habituales, lo mejor es buscar la causa para así poder tratarla. Por ejemplo, los sudores nocturnos pueden deberse a situaciones de estrés o ansiedad, por lo que para evitarlos sería necesario identificar y tratar la causa de esa situación.
¿Qué enfermedades producen sudores nocturnos?
Los episodios de sudoración nocturna excesiva se denominan sudores nocturnos, en ocasiones son tan abundantes que llegan a empapar la ropa y las sábanas, incluso despertando a quien los padece. Estos episodios son un síntoma común de la menopausia, pero esta no es la única situación en la que nos los podemos encontrar, puede darse ante determinadas circunstancias ambientales o ser síntoma de algo más serio.
Entre las enfermedades que pueden producir sudores nocturnos se encuentran:
- Diabetes en tratamiento con insulina, que tengan episodios de hipoglucemia durante la noche.
- Hipertiroidismo, que producen cantidades excesivas de tiroxina, lo que aumenta el metabolismo y la producción de sudor.
- Enfermedades neurológicas pueden causarlos.
- Infecciones pueden provocar sudoraciones nocturnas, como la tuberculosis o el VIH, y normalmente, vienen asociadas a otros síntomas como fiebre, pérdida de peso o debilidad.
- Cáncer, como linfomas o la leucemia, entre otros. En estos casos, también suele venir acompañado de otros síntomas, como pérdida de peso o un aumento de los ganglios linfáticos.
Cuándo consultar con un médico
Tener sudores nocturnos no implica desarrollar algunas de estas enfermedades físicas, porque como ya hemos visto, también puede deberse a otras causas que no revisten de gravedad. No obstante, si esta es una situación que resulta molesta o que nos preocupa, lo mejor es siempre consultar con un profesional médico que pueda descartar que se trate de un síntoma de alguna enfermedad que sea necesario abordar.
Hay algunas señales que pueden indicarnos que consultar con un médico es una buena idea, como si estos síntomas se juntan con otros, como:
- Fiebre.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Inflamación de los ganglios.
- Dolor en alguna zona determinada.
- Tos o diarrea.
En el caso de las mujeres, conviene ponerse en manos de profesionales si aparecen años después de que hayan desaparecido los síntomas relacionados con la menopausia.
Recuerda que es importante estar atento a tus sudores nocturnos y consultar con un profesional médico si notas alguna de estas señales.
Deja una respuesta