Un grupo de estudiantes de un instituto lanza un satélite casero a la estratosfera y descubre la presencia de radiación en la atmósfera

Un grupo de estudiantes de un instituto lanza un satélite casero a la estratosfera y descubre la presencia de radiación en la atmósfera

En un logro sin precedentes, un grupo de estudiantes de un instituto ha lanzado con éxito un satélite casero a la estratosfera, alcanzando una altura récord de varios kilómetros. El proyecto, que ha requerido meses de planificación y preparación, ha permitido a los jóvenes científicos descubrir la presencia de radiación en la atmósfera, un hallazgo que abre nuevas puertas para la investigación y el estudio del medio ambiente.

Estudiantes de Tenerife lanzan satélite casero y descubren presencia de radiación en la estratosfera

Un grupo de nueve alumnos del IES Viera y Clavijo de La Laguna, Tenerife, ha desarrollado un satélite casero con el que han recopilado importantes datos sobre el clima canario. A pesar de no tener experiencia previa en robótica ni programación, estos jóvenes de entre 16 y 17 años han logrado descubrir la presencia de partículas radiactivas en la calima canaria.

Un proyecto innovador

El proyecto comenzó en septiembre, dentro del programa Servet de la Universidad de Zaragoza, en el que participa el centro educativo desde hace más de ocho años. El químico Leonardo, de 55 años, propuso llevar a cabo un proyecto de robótica y programación que emocionó a sus alumnos. Es una cosa diferente a lo que habíamos hecho en otros centros. Nos llamó la atención. Entonces dijimos, '¿por qué no lo intentamos?

Para la fabricación del satélite, los jóvenes construyeron un aparato con un tamaño similar al de una caja de zapatos, completamente a mano, con componentes como sensores para la radioactividad, temperatura o humedad, una cámara infrarrojos y un software para controlar sus antenas y recibir los datos.

Un comienzo difícil

Después de más de seis meses de trabajo incansable, el grupo lanzó el satélite en dirección a la estratosfera el pasado 27 de abril desde Zaragoza. Sin embargo, el inicio del proyecto no fue fácil. Ese día había mucho viento y tuvimos que pegar todo muy bien, porque vimos que los satélites de otros grupos acabaron chocándose contra el suelo, reconocen.

A pesar de los contratiempos iniciales, el satélite finalmente despegó con dirección a la estratosfera, alcanzándola en un viaje que duró entre tres y cuatro horas. Estuvo media hora recopilando datos muy valiosos, afirma Víctor, otro de los participantes.

Un hallazgo importante

Los jóvenes descubrieron que la calima canaria contiene partículas radiactivas, lo que puede contribuir al desarrollo de otras enfermedades o perpetuar la sequía en caso de que este fenómeno crezca y se prolongue en el tiempo. El origen de estas partículas se remonta a hace más de 60 años, cuando Francia detonó 44 bombas nucleares en el Sahel.

El polvo en suspensión ya de por sí afecta a quiénes tienen problemas respiratorios, comenta Alejandro. Sin embargo, esta radioactividad corroborada podría contribuir al desarrollo de otras enfermedades o perpetuar la sequía en caso de que este fenómeno crezca y se prolongue en el tiempo, detalla su compañera Silvia.

Un proyecto que guía su futuro

A pesar de que estos jóvenes empezaron este reto con una base de conocimiento cero, formar parte de este proyecto ha sido una experiencia totalemente reveladora y enriquecedora para ellos. Hemos pasado de no saber nada a tener un proyecto bastante considerable y a hacer un estudio muy completo, ahonda.

Gracias a este inolvidable viaje, estos jóvenes reconocen que este proyecto les ha ayudado enormemente de cara a su futuro. Casi todos íbamos a estudiar algún tipo de ingeniería y esto nos ha servido mucho de base, sobre todo en tareas de programación, confiesa Silvia.

Ha sido un grupo maravilloso, concluye emocionado el docente. Van todos juntos a todos lados. Cuando un grupo funciona así de bien hacen cosas como las que acaban de hacer.