Un grupo de investigadores descubre un extraño sentido desconocido en los lagartos, y revela sus sorprendentes implicaciones sobre la percepción anima

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Un grupo de investigadores descubre un extraño sentido desconocido en los lagartos, y revela sus sorprendentes implicaciones sobre la percepción animal

En un estudio reciente, un equipo de científicos ha hecho un sorprendente descubrimiento en el campo de la biología animal. Después de años de investigación, han descubierto un extraño sentido desconocido en los lagartos, que ha abierto las puertas a nuevas perspectivas sobre la percepción animal. Este nuevo sentido, aún no comprendido del todo, parece estar relacionado con la capacidad de los lagartos para detectar cambios en su entorno, lo que les permite adaptarse de manera más eficiente a su hábitat. Las implicaciones de este hallazgo son amplias y podrían tener un impacto significativo en nuestra comprensión de la forma en que los animales interactúan con su entorno.

Descubrimiento revoluciona la percepción animal: lagartos detectan vibraciones mediante un 'sexto sentido'

Los animales tienen capacidades de lo más increíbles, pueden llegar a hacer cosas que los humanos nunca imaginaríamos. Recientemente, un grupo de científicos de la Universidad de Maryland (EEUU) han descubierto que algunos lagartos poseen un 'sexto sentido' que les permite captar vibraciones bajas y profundas.

Los lagartos geckos tokay poseen una audición especialmente sensible a las frecuencias más altas (entre 1.600 y 2.000 hercios), pero pueden llegar a escuchar más de 5.000 hercios. Estos animales logran esta audición gracias a sus oídos normales, pero lo cierto es que también tienen la capacidad de usar una estructura que no está asociada a la audición para percibir vibraciones de frecuencias más bajas (de 50 a 200 hercios).

El oído interno y el sáculo

El oído interno y el sáculo

El oído interno cuenta con una cavidad que se llama sáculo y permite mantener el equilibrio y el seguimiento de la posición de la cabeza y el cuerpo. Aunque hay varias especies de animales que las poseen, incluidos los humanos, hasta ahora se pensaba que solo peces y anfibios eran capaces de utilizarla para escuchar.

Sin embargo, se ha descubierto que algunos reptiles también pueden oír gracias al sáculo. El oído, tal como lo conocemos, escucha los sonidos transmitidos por el aire, pero esta antigua vía interna, que suele estar vinculada al equilibrio, ayuda a los geckos a detectar vibraciones que viajan a través de medios como el suelo o el agua, explica Catherine Carr, bióloga y coautora del nuevo estudio, en ScienceAlert.

La conexión entre el sáculo y el cerebro

Tras estudiar de cerca el cerebro de los geckos tokay, los investigadores descubrieron que el sáculo tiene una conexión directa con un grupo de neuronas, llamado vestibularis ovalis (VeO), en el rombencéfalo. Estas neuronas VeO no reciben información de ninguna otra estructura del oído interno. La información se transmite al mesencéfalo auditivo, donde el animal percibiría las vibraciones simultáneamente con el sonido.

Para comprobar la función del sáculo en los lagartos, los investigadores utilizaron electrodos de tungsteno para controlar como respondían las unidades de Veo a las vibraciones. Para ello fueron aumentando las vibraciones de 10 a 1.000 hercios y descubrieron que las neuronas eran más sensibles a las frecuencias entre 50 y 200 hercios, con un pico alrededor de los 100 hercios.

Un 'sexto sentido' revolucionario

De esta forma, el gecko takay se convierte en el primer amniota (reptiles, aves y mamíferos) que utiliza el sáculo para escuchar. No obstante, los investigadores aún no han dado con la razón conductual para que los lagartos tengan los receptores de vibración en sus cabezas. Este tipo de lagartos son ruidosos y están dentro del rango de frecuencia de su audición normal, por lo que se plantea la hipótesis de que utilicen este 'sexto sentido' para escuchar los ruidos bajos del viento, la lluvia y los depredadores.

Se pensaba que muchas serpientes y lagartos eran 'mudos' o 'sordos' en el sentido de que no vocalizaban sonidos ni los oían bien. Pero resulta que podrían estar comunicándose a través de señales vibratorias utilizando esta vía sensorial, lo que realmente cambia la forma en que los científicos han pensado sobre la percepción animal en general, concluye Catherine Carr.

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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