En un sorprendente hallazgo artístico en línea, un cuadro del famoso pintor francés Edgar Degas ha sido vendido por un monto increíblemente bajo. La obra de arte, que se presume es auténtica, fue subastada en una plataforma de segunda mano en línea por la sorprendente suma de solo 926 euros. Este descubrimiento en línea ha generado un gran revuelo en la comunidad artística y entre los coleccionistas de arte, ya que se trata de una oportunidad única de adquirir una obra del maestro impresionista a un precio accesible. ¿Cómo es posible que una obra de arte de tan alta calidad haya sido vendida a un precio tan bajo?
Un hallazgo artístico: ¡Un cuadro de Degas se vende por solo 926 euros en una plataforma de segunda mano!
En un sorprendente descubrimiento, un cuadro del reconocido pintor francés Edgar Degas se vendió en una plataforma de segunda mano por tan solo 926 euros. La obra, titulada Éloge du Maquillage, es un pastel sobre cartón que había sido subastado en un portal de arte de segunda mano en 2021.
El propietario anterior de la obra, un descendiente del presidente del Banco Sabadell Joan Lloch, creía que el cuadro era una falsificación y lo vendió a un coleccionista de arte catalán que prefirió mantenerse en el anonimato. Sin embargo, el comprador decidió autentificar la obra y, tras un exhaustivo proceso, se descubrió que se trataba de una obra real de Degas.
Un valor de millones de euros. Según Joan Arjona, consultor encargado de la autentificación del pastel, el valor de la obra en el mercado del arte oscila entre los siete y ocho millones de euros. Creo que el último propietario de este Degas no tenía la certeza de que la obra era auténtica, explicó Arjona.
Una agitada vida de viajes y confiscaciones
La obra fue presentada este lunes en el Instituto Francés de Madrid, tras siglo y medio de una agitada vida de viajes, intercambios y confiscaciones durante la Guerra Civil española. La documentación de la obra se remonta hasta el año 1940, pero ahora se ha rastreado documentación hasta el año en que Degas lo vendió a Julián Bastinos, en 1887.
La obra fue incautada poco antes de la Guerra Civil y fue custodiada en el Monasterio de Pedralbes de Barcelona. En 1940, la obra fue adquirida por Joan Llonch Salas y, desde entonces, ha permanecido en manos de sus descendientes hasta la adquisición por el actual propietario.
La parte positiva de esta nueva autentificación es que nadie ha dudado de que este pastel es un Degas, agregó Arjona, quien hizo hincapié en que los anteriores propietarios no tenían la certeza de que fuera auténtico, de ahí que se comprara barato.
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