- Un inquilino va a juicio por instalar cámaras en la privacidad de un piso alquilado a cuatro mujeres sin su consentimiento
- Juzgado en la Audiencia de Cantabria por instalar cámaras en baño y dormitorio
- El enjuiciado entró en el piso sin autorización
- Pena solicitada por la Fiscalía y la acusación particular
Un inquilino va a juicio por instalar cámaras en la privacidad de un piso alquilado a cuatro mujeres sin su consentimiento
En un caso que ha generado gran conmoción y indignación, un inquilino debe enfrentar un juicio por invasión de la privacidad después de instalar cámaras ocultas en un piso alquilado a cuatro mujeres sin su conocimiento ni consentimiento. Las víctimas, que habitan en el piso en cuestión, denunciaron el hecho después de descubrir las cámaras escondidas en diferentes rincones del inmueble. La instalación de estas cámaras sin consentimiento es un delito grave que viola la intimidad y la privacidad de las personas, y puede conllevar consecuencias legales severas para el inquilino responsable.
Juzgado en la Audiencia de Cantabria por instalar cámaras en baño y dormitorio
Un hombre será juzgado este lunes, 9 de septiembre, en la Audiencia Provincial de Cantabria, acusado de instalar cámaras en el baño y en uno de los dormitorios de la vivienda que iba a alquilar a cuatro mujeres.
Las cámaras grabaron hasta 26 vídeos de escenas íntimas en las que aparecían las víctimas en diferentes horas durante dos días. El juicio, por un delito de revelación de secretos y allanamiento de morada, se celebrará a partir de las 9.30 horas en la Sección Tercera de la AP con tribunal del jurado y conformidad de las partes.
El procesado ha aceptado un acuerdo con la Fiscalía y la acusación particular, en el que se compromete a cumplir una pena de dos años de prisión, pagar multas de 4.320 euros y no acercarse ni comunicarse con las afectadas durante tres años y nueve meses.
El enjuiciado entró en el piso sin autorización
El enjuiciado entró en el piso, alquilado a través de la plataforma de hospedaje AirBnB, de madrugada, sin autorización de las inquilinas, y se escondió en una habitación que estaba excluida del contrato de alquiler, para recoger las cámaras que había colocado.
Fue descubierto por las mujeres, que le denunciaron. Una vez detenido y antes de conocerse que había realizado grabaciones, el acusado facilitó a los agentes la figura de desbloqueo de su móvil, con lo que estos pudieron encontrar los vídeos, que se encontraban almacenados en el teléfono.
Pena solicitada por la Fiscalía y la acusación particular
La Fiscalía, la acusación particular y el propio procesado han suscrito y elevado a la Audiencia un escrito que le considera autor de cuatro delitos de revelación de secretos en concurso con uno de allanamiento de morada.
La pena que figura en el documento y admite el implicado se eleva a dos años de prisión, multas que suman 4.320 euros y prohibición de acercarse y comunicar con las mujeres durante tres años y nueve meses. Asimismo, se pide que sea condenado al pago de las costas, incluidas las de la acusación particular que están fijadas en 3.000 euros, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.
Deja una respuesta