Un italiano descubre un tesoro en su casa: una obra de Picasso de los años 60, confirmada por una experta en grafología
En un sorprendente descubrimiento, un italiano ha encontrado un tesoro en su propia casa, un verdadero hallazgo que ha conmocionado al mundo del arte. Se trata de una obra de Picasso, uno de los más grandes artistas del siglo XX, datada en los años 60. La autenticidad de la pieza ha sido confirmada por una experta en grafología, quien ha analizado la firma y la técnica utilizadas en la obra, asegurando que se trata de un original del maestro. Esta noticia ha generado gran expectación en la comunidad artística y entre los coleccionistas de arte, quienes se preguntan cómo esta obra maestra permaneció oculta durante tanto tiempo.
Un tesoro en el trastero: familia italiana descubre obra de Picasso en su casa
Una familia italiana afincada en la isla de Capri ha descubierto que un curioso lienzo que siempre había estado en la sala de su vivienda era, en realidad, una obra del aclamado pintor Pablo Picasso.
Según informa RTVE, Luigi Lo Rosso fue el que encontró la pintura en 1962 en un trastero, tirada entre escombros. Lo Rosso decidió llevarla a casa, donde su esposa, Anna Lo Ruso, la lavó con agua y jabón y la colgó en el salón. Sin embargo, no fue hasta muchos años después que su hijo, Andrea, descubrió que se trataba de una pintura de gran valor.
La sospecha de Andrea surgió cuando tenía apenas 11 años, después de recibir una enciclopedia que incluía una foto de un cuadro similar. Se lo enseñé a mi maestro y le dije que tenía uno parecido en casa. No me creyó, recuerda Andrea.
La pintura en cuestión es el retrato de Dora Maar, musa, pintora y fotógrafa, amante del pintor malagueño. Años después, cuando el cuadro de la familia Lo Ruso fue expuesto en el bar familiar, un cliente se percató del detalle. Los clientes lo veían, pero nadie decía nada, hasta que un día un hombre nos dijo que la obra no debía estar ahí, que ese nombre de la firma era muy importante, afirma Andrea.
La ayuda de un detective
Comenzó entonces un periplo que finalmente ha acabado este mes de octubre. Una grafóloga ha confirmado que la letra de la firma pertenece a Picasso, después de que la familia pidiera asesoramiento a un equipo de expertos, entre los que se encontraba el detective especializado en arte, Maurizio Seracini.
El misterio se resolvió después de años de intensas investigaciones. Ahora, el original está guardado en una caja fuerte en Milán y la familia espera que la Fundación Picasso lo incluya en su catálogo final.
Según afirma Andrea, su objetivo no es el dinero y, aunque se ha puesto en contacto con la organización en varias ocasiones, nunca han mostrado ningún interés en cooperar, ya que consideraban que se estaba inventando lo que decía.
Se cree que la pintura, muy similar al Busto de mujer 43, fue creada entre 1930 y 1936, durante una de las visitas de Picasso a la isla de Capri.
Esta sorprendente historia es un ejemplo de cómo, a veces, los tesoros más valiosos pueden estar escondidos en los lugares más inesperados.
Deja una respuesta